sábado, 24 de septiembre de 2016

Tour de Terror, Chinesca, 2016





Promocionales producidos por Los Restos Entretenimiento. Para Libélula Producciones, Tour de Terror, Chinesca. Inicio de temporada a partir del 30 de septiembre hasta el 13 de noviembre de 2016.

Reservaciones ( https://www.facebook.com/libelulaprod... )

miércoles, 10 de agosto de 2016

El Diablo Está Enojado, EP1: Kirieleison, CAP6: La Muerte del Hechicero (ficción)


Cuando Púas se disponía a ejecutar a tres secuaces, un carro sospechoso se estacionó en las inmediaciones del edificio de la Procuraduría. Púas se distrajo con este auto, un Cadillac negro con vidrios polarizados y que, mientras estuvo estacionado no apagó la marcha del motor.
Por el objetivo del rifle, púas observa las puertas del edificio, ningún movimiento raro, ahora mira el carro por la misma mira telescópica y no puede ver el interior, Púas se limpia el sudor y sigue observado tanto la salida del edificio como el carro sospechoso.
El vehículo comienza a avanzar a muy poca velocidad rumbo a la salida del edificio, Púas sospecha de un movimiento el cual le impide culminar su objetivo, por lo que sale de su departamento y se sube al techo para tener otra perspectiva del lugar.
Del edificio ya salen los delincuentes quienes son rodeados rápidamente por unos niños que estaban en el lugar, no deja de mirar el auto que en su caminar pasa por el reflejo del sol, este rebota en la ventana que está medio abierta, saltando a relucir unos prismáticos desde su interior.
- Así que mandan refuerzos. Piensa. -Entonces Ya se terminó el tiempo de ser silencioso, gritaran de dolor rogando que sea rápido con mi tarea, pero seré lento, cada que supliquen me detendré un poco para saborear su dolor. Y luego –suspira- ...los mato, termino con ellos. Asesinos, violadores, narcos, les veré la cara antes de morir.
En un bar de desnudistas llamado “La Mina”, se reúne lo más bajo del mundo de la delincuencia, a ese lugar se dirige Púas.
Belicia se encuentra sentada en la barra que separa a los comensales del escenario donde bailan las desnudistas, en el mismo bar que visitará Púas o “Pancho” como lo conoce la dama.
En una mesa con forma de herradura, no muy lejos de Belicia, tres secuaces vestidos con camisas Malverde y sombrero norteño, platican sus fechorías.
- Si, cuando se descuidó le di un puñetazo y le quité la bolsa. -Dice el tipo del extremo derecho-.
-  Jajaja, no mames, cuando lo alcanzamos lo levantamos, estuvo difícil porque estaba bien gordo el wey, a la otra le tendremos que decir al jefe que pidamos rescate extra por el peso, jajaja - ríen los demás secuaces.
Púas se les acerca, se para frente a ellos y saca una baraja de tarot, les reparte una carta con la cara hacia abajo a cada uno. Al de la extrema izquierda le dice que levante la carta primero, éste la voltea y es una figura de cordero, le repite la dinámica al de el medio, el dibujo es la muerte, Púas saca la pistola y le da un plomazo en la frente, matándolo al instante.
Al de la derecha lo voltea a ver y con la pistola le hace la señal para que destape su figura de la carta, éste la voltea y saca un cordero, por lo que sonríe, el tipo de la extrema izquierda se le une a la felicidad.
Púas mete la pistola y saca un cuchillo, les corta el cuello a los dos y sale apresurado del lugar. Belicia, quien observó todo se toma lo que le queda de cerveza, se levanta y sale detrás de Púas.
- Este es, por fin lo encontré –se acerca el brazo medio a la boca y activa un comunicador.
En el estacionamiento del lugar está la dama que lo sigue  recargada en un carro con la llanta pinchada, Púas se le acerca a ella, su carro estaba junto. Púas se está secando las manos de la sangre de los maleantes. La chica  le pide ayuda.
Púas le abre la puerta, Belicia se sube al vehículo. De uno de los compartimentos del carro saca una cajetilla de cigarros, ésta está vacía y la tira a la calle. Mujer precavida, saca una cajetilla y le pone un cigarro en la boca a Púas. Estaba en la parada de un semáforo, en la luz roja cuando Belicia le prende el cigarro, Púas le da una bocanada y lo saborea. Se le queda viendo a la chica y piensa.
- Como no lo vi venir. -Se queda desmayado en el volante.No puede ver nada, siente que unas cuerdas lo aprisionan, está sentado en una silla, posiblemente de algún comedor pues está acolchada. No tiene tapados los ojos pero aun así sigue sin ver nada.
Una luz muy tenue se asoma por una de las rendijas de la puerta, se abre y de ella sale un tipo que se le acerca poco a poco, otra luz dentro del cuarto que proviene de una lámpara se prende en su mínima potencia, a esta la manipula Belicia quien le va subiendo la intensidad a la lámpara para dejarla a mediana iluminación.
Belicia se acerca a Púas y le pregunta para quién trabaja.
- Trabajo solo. –Responde-
- No mientas, se nota tu miedo. -Lo golpea en la mejilla-
- No tengo porque mentir, trabajo por mi cuenta, me estoy vengando de todos esos malnacidos, ellos fueron responsables de la muerte de mi familia. -Dice enojado-
- Idiota, te han reclutado.
- ¿A qué te refieres? ¿Al tipo malo que me contactó? No, yo rechacé ese trabajo. Vino un hombre pidiendo mi ayuda, que asesinara a todos estos tipos. Ahora estoy acabando con ellos por mi cuenta.
De la oscuridad sale un padre con sotana y se dirige a Púas.
- El diablo ha confundido tu mente, estás haciendo lo que quería que hicieras, le estás mandando soldados al infierno, ¿acaso no te das cuenta? -Dice el Padre mientras se sienta en un sillón frente a él y le limpia un poco la sangre.- Una vez entrenados vendrán a invadir la tierra, por eso necesita tantos.
- Un momento - reflexiona- aun me falta una persona, había uno que restaba en la lista, un pez gordo, es el último.
-Tenemos que encontrarlo antes que ellos, antes que lo maten… o se muera.
- Es político prominente, capitán del ejército, el más sanguinario de todos y practica hechicería. - Estuvo en la matanza de Acteal, en agua blanca, y en las masacres de Sinaloa y como diputado apoyó las bodas gay (...)
Se realizó una búsqueda exhaustiva para dar con él. No podían decir lo que querían, ni revelar los secretos de la misión. El acercamiento a este general tenía que parecer fortuito.
Luego de varias semanas de estar tranquilo, se avecinaba de nuevo la tormenta pues, cuando todo parece estar resuelto, se vienen los problemas como una cascada de agua fría, un alud de tierra que sepulta lo más querido de la vida. En la época que le tocó vivir es muy común que esos días sean más comunes.
De estar tranquilo en la casa con su madre, Púas probó lo que ya había olvidado por la preocupación de la búsqueda del general.
El sueño era profundo y el descanso recién se presentaba, la puerta del cerco es tocada con fuerza, alguien quiere que sepa que ahí está y que salga. Púas, adormilado en extremo, con mucho trabajo se para, se pone las pantuflas; unas de zombie, y se dirige a la puerta. Abre, y está un señor, le hace saber que tiene que salir para firmar una notificación sobre las placas de su carro.
Su carro fue robado hace más de 5 meses, lo reportó y aún así le están cobrando la deuda de placas. Púas saca de su bolsillo el celular y mira la hora; son las 7:34 de la mañana.
- ¿Señor Hermán?- Si.- Necesito que firme esto.
- Son las 7:30 de la mañana, ¿no pudo encontrar una hora más adecuada para venir?- Tengo mucho trabajo...
¿Por qué no ha pagado?
- Problemas económicos, ¿recuerda que el gobierno anunció que estamos en crisis?
- Hay que cumplir, señor, así como queremos progresar.
- Usted no se preocupe - le firma el documento y se mete a su casa- Su madre ya lo esperaba dentro con los recibos de luz, agua, teléfono y, además se terminó el gas. Hay que ponerle gasolina al carro y no hay nada para comer.
Púas deja todo en la mesa, el descanso que iba a tomar se esfumó y se mete a bañar, el agua sale helada, se acuerda que no hay gas. Se viste con ropa deportiva, sólo le pondrá la gasolina al carro e irá por un pequeño tanque de diez kilos para el gas.
Púas siempre ha sido muy cuidadoso con estar bien con la ley sólo que, en esta ocasión son consecuencias de su trabajo que los problemas laborales como la reducción del salario, cancelación de horas extras y recorte de personal, su trabajo se convirtió de un sustento seguro a una carga traumante, el patrón les trata como los enemigos a vencer y, es que todas esas órdenes vienen del Distrito Federal, donde está la agencia central.
Púas llega a la gasolinera, se esculca los bolsillos y sólo tiene cien pesos, con eso tiene que echar gasolina, comprar el gas y comer ese día, pero como era principios de mes el carburante subió de precio, de ese dinero lo partió en tres, apenas sube la aguja del tanque, sólo para poder ir al trabajo, el gas; sólo para la cocina de una semana y para comer nada; un mazapán y rezar para que le alcance el azúcar hasta la noche.
Aún así le echa los cien pesos, sale de la gasolinera, sólo está pensando en cómo le hará para pagar las deudas, recorre una y otra vez mentalmente las opciones de préstamo. ¿Cómo podré hacer dinero? Se pregunta a cada momento mientras se dirige a un centro comercial cerca de su casa, ahí tienen cajeros automáticos y quiere saber si aún le queda dinero aunque sea, para el gas.
 Los cajeros que se encuentran en el interior del centro comercial de la Mega, Comercial Mexicana, que está en esquina del bulevar Lázaro Cárdenas y Anáhuac nunca sirven al cien por ciento, el de Bancomer, que es al que va Púas, jamás lo ha encontrado con efectivo pero, como uno de los defectos de este es ser muy confiado, tanto en los seres humanos como en la tecnología, siempre cae de nuevo.
Como siempre el cajero automático le impide sacar el dinero pues se encuentra vacío e incapaz de efectuar la transacción que le solicita. Púas sólo se cambia de cajero, ahora al de HSBC, este le acepta todo pero, cuando le indica que recoja su dinero este no se lo da. Revisa bien la rendija que entrega el valor de lo solicitado y no hay nada. Pide de nuevo el estado de cuenta y se percata que sí le hicieron el cargo. Púas, enojado le rompe la pantalla al cajero, voltea alrededor y mira  que nadie se dio cuenta, se va rápido.
En el carro saca su frustración, enojado por la serie de infortunios que desde hace un par de años comenzaron.
-Demonios, ¿porqué? ¿porqué?. Siempre tengo que confiar, ya me había pasado antes en Banamex, aquella vez fueron mil pesos, ahora sólo doscientos, la diferencia es que ahora fue todo mi tesoro, malditos bancos del diablo. Luego quieren que todo se haga a través de ellos – Golpea varias veces el volante mientras avanza hacia la casa, con su madre.
Por el retrovisor observa a una patrulla con los códigos prendidos, y esta le solicita que se pare, con la enojada se le olvidó ponerse el cinturón de seguridad. Siente que la tierra le hace la peor de las jugadas, sólo puede pensar en las cosas que ha hecho para merecer esto pero, llega a la conclusión que las tragedias llegaron antes de la primer ejecución, más aún, llegaron desde qué más se apegó a su fe; su religión.Ahora todo el odio lo canaliza hacia el representante del mal.
  -Que tal señor – dice el oficial – me permite su licencia y papeles del carro.
Púas, desde que en su trabajo no les dan utilidades no ha podido regularizar su situación, es por eso que no le sacó placas a su carro y mucho menos ha podido renovar su licencia. Aparte de tenerla vencida, está infraccionada desde hace más de dos años.
  -No tengo licencia, oficial -responde – aquí está la tarjeta de circulación.-Umm, me va a tener que acompañar, avance derecho hasta llegar a la comandancia.
La comandancia de policía se encuentra cerca de la casa de Púas. En su cabeza repite los pensamientos que le aquejan, y se pregunta ¿porqué pierden el tiempo con esto? La ciudad se muere por la delincuencia, bandas secuestran,  extorsionan, pistoleros están sueltos en la calle y el tiempo que le dedica este oficial es mucha para una infracción por no tener cinturón.
-¡Le deberían de dar una medalla a este policía!, sonríe un poco – ya me hacía falta un chiste malo.
Cuadras adelante se le pide la parada nuevamente. Se baja otro policía, uno diferente al que le paró primero y que se encontraba en el asiento del copiloto.
-A ver amigo, vamos siendo claros, ¿traes doscientos pesos? No te la vas a acabar con la multa, mejor coopera y te salvo de un “problemón”.
-Señor oficial, sé que he hecho mal al no traer el cinturón pero le prometo que no tengo nada, si hoy me muero, moriré sin hambre pero pobre, sin un cinco.
-¿Donde trabaja?
-En el periódico, La Voz de la Frontera.
-¡Oh! ¿Y no tienes para pagar? ¿Que no ganan muy bien ahí?
-No oficial, eso es una leyenda urbana. Desde hace tiempo que el patrón nos trata como enemigos y no como empleados. Desde la campaña del presidente no nos han dado utilidades y no parece que nos vayan a dar.
-Me das pena, vete, no te quiero ver por acá.-Gracias oficial, trataré de obedecer la ley.-No me interesa, lárgate.
Hay dos cosas de las que te tienes que cuidar en México; de la delincuencia y de los policías. Hemos llegado a un momento donde no sabes si alguien te quiere ayudar o te quieren hacer daño. Tuvo suerte con este policía pero, se pone a pensar, si no hubiera querido el dinero, no le hubiera parado. ¿O es acaso que una vez parado se le ocurrió pedir el dinero? Es muy probable que no, desde la primera vez que se bajó de la patrulla no traía la boleta de multas a la mano.
Hoy es un día donde un abrazo vendría muy bien.
En este tipo de ocasiones es cuando la mayoría se acuerda de Dios y le pide ayuda, Púas siempre lo ha tenido presente y le habla constantemente. Se acuerda de Brenda, de su pequeña hija y del infortunio que les pasó, esa manera de morir no es deseable a nadie. Diario pone las notas en el periódico sobre gente que muere en manos de su propia familia, de la manera más extraña y sanguinaria, nunca pensó que le fuera a pasar a él.
Nunca se imaginó que ésta sería parte de su historia. Hasta el momento es la consecuencia de las decisiones de otros. Si él de niño se viera como está ahora seguro se daría una patada en el trasero. En este año ha reducido a la mitad su sueldo, ha aumentado sus deudas al doble y perdió a su familia. Algo muy importante está destinado a hacer para que todo esto le intente desmotivar.
Las cosas no mejoraron ni un milímetro pero dejaron, por un tiempo, de pasar desgracias grandes en su vida. Seguía trabajando donde mismo, seguía viviendo en casa de su madre, seguía sin dinero y con amigos borrachos que a veces, le invitaban unas cervezas.
En el periódico, mientras hacía sus labores le habla el director pide que vaya a su oficina, él a prisa se dirige a ella y se presenta con su jefe.
- Púas, ¿cómo estás amigo? Siéntate, te hablo para decirte que ya está programado el viaje a Panamá. Le da un boleto de avión. – tienes que estar en el aeropuerto el jueves a las 7:00 de la mañana, tienes dos días para arreglar las maletas.
- Está bien, ¿el trabajo lo haré con mi equipo?
- Si quieres llévatelo, sólo por respaldo, pero te daremos uno nuevo. El Director saca una cámara de su escritorio y se la da – te llevarás esta, es un prototipo de la empresa Terrashot, tiene 50 mega pixeles, el lente lo puedes usar en angular o en telefoto sin cambiarlo, estarás en todo momento conectado con el satélite en 5G y transmitirás tu ubicación a cada momento, ya lo verás en el menú. Tomas una foto; la envías, tomas otra; la envías, así nos manejamos.
Sale del trabajo caminando, ese día no tuvo carro y se va a esperar el camión. Para llegar a la parada tiene que caminar 5 calles y al atravesar el edificio de rectoría lo aborda una patrulla y el oficial le ordenó que enseñe lo que lleva en la mochila.
-¿Pasa algo oficial? 
-Qué, ¿te molesta? ¿Te vas a poner difícil?
 -No oficial, sólo pregunto.
-Cállate entonces, ¿de dónde vienes?
-Del trabajo.-¿Dónde trabajas?
-En el periódico… La Voz. Lo tomó del brazo y lo sube a la patrulla. -Oficial, cual es el problema, pregunta Púas por las rejas que lo separan del oficial dentro del carro.
Este no responde y lo lleva directo a los separos en la comandancia, le pone en la sala de espera y se va. Luego de un par de horas le llama el juez del ministerio público.
-¿Qué pasó amigo?, ¿por qué estás aquí?
-No lo sé.-Todos dicen eso, ¿quieres que te crea? ¿qué te robaste?
-No me robé nada señor, soy una persona honrada, no ve que soy pobre.
-Cuantas te echaste, hasta acá huele.
-Nada, ¡ninguna! No tomo de día. ¿Que puso el oficial?, ¿porque me trajo?, yo quiero saber también.
-Tienes que pagar una multa de mil 500 pesos, en caja y puedes irte.
-¿Qué? Pero… ¿por qué razón? No voy a pagar nada, apenas tengo para sostenerme de aquí a la tarde, ¿de dónde cree que sacaré ese dinero?-
-Ese no es mi problema, si no tienes para pagar, te quedas 48 horas de rigor.
Bueno, mirando el lado positivo se ahorró el camión sólo tendrá que aguantar hasta la hora de salida y eso si le permiten salir.
-Oficial, permítame hablar por teléfono. -Le pide al policía que vigila las celdas-.
-No hay, no tenemos.
-Pero tengo derecho a una llamada.
-Si, eso nadie lo niega, si consigue el teléfono la puedes hacer.
-Pero que hijos de… Pásame mi celular, está con las cosas que guardé.
-No puedo agarrar esas cosas yo, ni moverme de aquí y ya cállate. Confundido y decepcionado trata de sacar platica a los demás que están en barandillas, estos sólo se le quedan viendo, detrás de ellos sale un tipo fornido, alto y musculoso.
- Mira, este wey se quiere acoplar, ahorita le rompo la madre. Púas camina a las rejas cuando en ese momento aparece Belicia con un policía, este le abre la puerta y le llama, indicando que ya puede salir. Belicia está vestida de monja y se lleva a Púas.
-Buen disfraz, le dice al subirse al carro.
-No, No es disfraz, en verdad soy monja, de la orden religiosa de Sucesos Paranormales e Intervención Divina. 
-Dios, creo que me tendré que confesar.
-¡Tonto!  -sonríe. 
–  Escucha, ya ha llegado el tiempo, el Hechicero se convirtió en creyente, mañana tiene cita con el padre para confesarse. Tu trabajo es seguirlo desde su casa y vigilar que no le pase nada, para que llegue bien a la confesión y pueda estar en gracia con Dios de nuevo.
En la casa de su madre y después de un buen baño le prestan un carro, uno de la parroquia para ir a hacer su encomienda, sólo que Púas se lleva el rifle por si tiene alguna dificultad con alguien. Todo el camino pasó sin novedad, el Hechicero salió de  su casa, llegó a la parroquia y se confesó.
Púas se alegra y espera que no vuelva a pecar si no estaría todo perdido de nuevo bueno, supone que con la creencia ya es suficiente para tener la gracia. Él sabe que no es verdad, la gracia es ser constante y, de cualquier modo hay que mantenerla, es por eso que le preocupa que vuelva a caer en la tentación, al fin de cuentas Púas sabe de esas cosas, él ha caído muchas veces en la tentación y en ese momento se encuentra en pecado mortal.
Ante la amenaza de esto, púas decide hacer algo, va a la cajuela del carro, saca la funda de la guitarra, la mete al frente del carro, de ella saca el rifle, apunta con mucho cuidado y le dispara al General.
Belicia voltea de inmediato con Púas, este guarda todo con prisa, enciende el carro y se va. La monja, quien sabe todo, trata de perseguirlo pero es inútil, a pie no lo puede alcanzar.
-Tenía que hacerlo, tenía que hacerlo, tenía que hacerlo -le habla por celular a Belicia y le repite la frase constantemente. Cuelga-. Púas se encuentra abrumado por los acontecimientos y deja el carro en una calle cerca de la parroquia y lo abandona, se va corriendo a su casa, hace las maletas y se va al aeropuerto.
-Aún no es su vuelo señor, le dice la señorita de la ventanilla, en el aeropuerto.
-Lo sé, ¿me lo puede cambiar para hoy?, puedo esperar. 
-Por qué no renta una habitación de la sala y espera su vuelo. -Le sugiere la señorita-.
Se dirige a las habitaciones que están dentro de la sala de espera para rentar una.
La cama tiene sábanas tan blancas como la leche y es cómoda tal cual te recostaras en algodones. Prende la televisión y en el noticiero describen lo sucedido en la parroquia. Púas se queda dormido, no le preocupa ya, ahí no lo molesta nadie pues nadie sabe de su viaje, sólo los de su trabajo pero aún así no se sabe quien hizo lo que pasó en el lugar santo. Espera la hora de su salida y entre sueños y el audio de la televisión, las imágenes aparecen con tanta definición que piensa estar ahí.
-Yo, que sólo quería vivir, ahora lo haré en cada persona que exija justicia pues lo que hice fue programado por la sociedad, yo sólo apreté el gatillo. Hay infinidad de monstruos caminando por la tierra, por el país, en tu ciudad e inclusive por el frente de tu casa esperando la oportunidad de hacerte daño, esperando un descuido para asaltar tu confianza y hacerte sentir decepcionado de este mundo y así apartarte de la esperanza, convirtiéndote en una fuerza que se comporta de igual manera. Yo fui una persona tranquila, me fui convirtiendo en uno de ellos, fui un mata monstruos, pero ahora que lo puedo meditar, ¿qué diferencia tengo con ellos? No soy menos monstruo que los criminales que les quité la vida, me quitaron mi educación, mi modo de ver la vida, me quitaron la esperanza y cambiaron mi objetivo en la vida.
Una imagen de Belicia, en el mismo sueño le advierte.
-Púas cuídate, recuerda que el Diablo está enojado.

martes, 26 de julio de 2016

El Diablo Está Enojado, EP1: Kirieleison, CAP5: Enemigo Interior (ficción)



    Entre los años 70´s y 80´s la situación estaba el relativa calma, el gobierno federal y su personal impartían “su” justicia en todo el país y controlaba cualquier manera de hacer dinero, legal o ilegal.
    Aprovechando esta situación y partiendo del hecho que el Estado tiene poca exploración dentro de su cadena montañosa; en esta hay un poblado en la cima de la montaña llamado “La Rumorosa”.
    Pasando la última curva de subida, saliendo de la carretera e internándose fuera de camino, hay una casa construida de piedra que fue habilitada por el ejército como un cuartel para experimentos científicos controversiales.
Comenzaba el invierno cuando el primer grupo de “voluntarios” llegó a esta casa. Niños de la calle secuestrados por la misma policía, gente desamparada por la cual nadie se  preocupará. Provenientes de todos los estados de la república,
    Al entrar a la casa solo hay piedras alrededor, pero no pequeñas, son grandes, tanto que se puede construir dentro de ellas y así es en realidad. Solo quien la construyó sabe hasta dónde llegan los laberintos ocultos en la montaña.
Un lujoso carro militar entra al estacionamiento terregoso de la casa, de este desciende un militar con uniforme muy elegante, todos en la institución se impacientan es él quien tomará el control de los investigadores. La responsabilidad de que esta casa dé los resultados esperados.
    Este señor, con su sola presencia impone respeto y su fama da miedo, aunque se ve viejo no es de edad avanzada, en su vida le ha tocado vivir muchas experiencias traumantes y por aquello se ha ganado el sobrenombre de “El Hechicero”.
-General sea bienvenido –dice Derek con notable acento extranjero. Este científico fue traído desde Rusia por la estrecha relación que México tiene con el país comunista. 
-Veamos el resultado de los primeros inquilinos –dice el Hechicero con emoción.   
 Entraron a la casa, al pasar hay un pasillo que no se ve el fin, la luz no llega hasta el final, conforme avanzan hay puertas a los lados del camino, en cada puerta es seguida de pequeños agujeros con vidrio en el techo donde se puede observar a quienes habitan dentro del cuarto de experimentos. En el primer cuarto hay un tipo muy viejo, barbón y sucio, en su abdomen tiene una varilla enterrada yen la cabeza el cerebro expuesto, el tipo se encuentra activo y resolviendo problemas matemáticos.
-En este nivel hemos logrado la supresión del dolor y del miedo, una vez los soldados cuando se enfrenten al enemigo no temerán morir, y cuando sean heridos seguirán con la misión hasta que la droga les sea retirada. Después de eso solo tienen un par de días para morir. Aun estamos probando acelerar la hora fatídica pues, una vez que la droga deja de hacer efecto vuelven todos los sentidos y la persona experimenta dolor muy cruel.
-Bien, eso no importa. El resultado tiene que ser en combate, una vez herido se finiquita su participación al regreso de la misión.En el siguiente cuarto hay cuatro tipos de mediana edad, todos vestidos de fuerzas especiales y se comen a un quinto hombre.
-Aquí tenemos un experimento que vuelve caníbal, este se le puede administrar de manera secreta a la población rival para que ellos mismos sean los encargados de causar el caos desde dentro de su país.
-Pero no tengo con quien usarla –dice preocupado Derek.
-Ese es tu problema –responde Hechicero y lo deja solo en medio de los pasillos-

 Entregado el lote de braunis con el ingrediente especial, Derek lo conserva y le comparte con Carlos, un investigador de su equipo con muchas ganas de sobresalir pero que aun está aprendiendo.En la hora del desayuno le agrega en su dieta un brauni, en la comida y en la cena hace lo mismo, las primera semanas sin resultados pero, al cavo de un mes comienza a ver que hay progreso.
    Así fueron recorriendo cada uno de los cuartos y en ellos se veía una fase adelantada del experimento pero que no llegaba al objetivo por si sola, tenían que buscar una manera de que todas las reacciones queden en la misma dosis y en el mismo individuo.
Cada una de las personas visitadas presentó una extraordinaria resistencia al dolor y fortaleza, pero nada en su destreza como soldados. El Hechicero le hace de su conocimiento al científico que no es del interés de los gobiernos la rehabilitación de soldados heridos, aunque la misión sea exitosa, ellos deben de llegar a casa hambrientos de regresar al combate y si acaso mueren, que sea en acción así no tener que lidiar con su reinserción en la sociedad.
-Aún estamos experimentando con una nueva droga pero está en fase inicial, no se ha cocinado muy bien, pronto estará lista –Derek se siente presionado para entregar resultados favorable-.
-A lo mejor lo que hace falta es que te estimule, tu falta de progreso inquieta al gobierno, estamos en una crisis que si no fuera por estas ventas secretas, el sistema financiero mexicano colapsaría aun mas. –con mirada amenazante, el Hechicero ordena a Derek que la use- pasa a la siguiente fase de esa droga, usa lo que tengas que usar y haz lo que tengas que hacer.
    Derek es fan de la panadería, seguido va con la cocinera para que le prepare unos deliciosos braunis. Siempre que va se pone a platicar con la encargada que es la misma que prepara la repostería.
-Una vez –comenta la cocinera- hice un pastel tan bueno que todos quedaron encantados. Me habían traído los ingredientes mejores, los más finos y decidí que les haría el pastel más rico que jamás hayan consumido. No había nada que festejar, solo que, como estaban a la mano todos esos ingredientes sería un desperdicio no hacerlo. El General del lugar quedo tan complacido que, unas semanas adelante me pidió que repitiera la receta pues tendría una fiesta con altos mandos y era su deseo quedar bien, yo no podía repetir la receta pues los ingredientes que tenía esa vez no eran los óptimos. Llegó el día de la fiesta y yo aun no tenía idea de cómo iba a hacer el pastel, así que decidí entrar al área de drogas alucinógenas para que con el pastel que les iba a hacer quedaran en estado de éxtasis y ellos supondrían que es por el sabor de una Buena receta. Sólo les puse una cantidad mínima pues la idea no fue drogarlos, solo ponerlos felices. Ellos estuvieron muy felices y yo conserve mi empleo. Nunca supieron lo que comieron.
-¡Oh!, me diste una idea –Derek va corriendo al laboratorio y trae un frasco pequeño de la droga experimental y le ordena a la cocinera que lo incluya en la receta de unos braunis que cocinará aparte-
    Va con el Hechicero y lo invita a una junta, en esa junta está sentado Carlos, el papá de Púas pero antes de engendrarlo, Derek comienza a decirle que es de los mejores científicos que ha dado el mundo, su investigación es de las mejores y con una mínima posibilidad de fallo.
-Que bonito que me venga a presentar, pero a mí que me interesa esto –dice Hechicero molesto-
-Está bien, no entiende –dice emocionado Derek- está en una fantasía, este tipo es mi ayudante y ha sacado la mayoría de las investigaciones adelante, porque él quiere ser el mejor, esa es su pasión, su razón de vivir. Mira –se concentra en explicar a Hechicero- a Carlos le agregué una dieta de braunis en el desayuno, comida y cena. Braunis que tenían una dosis de la droga experimental que le íbamos a dar a los soldados. Nuestro fallo es en que no deben de saber que se les está dando la droga y esta aumentará su interés por lo que mas le interesa. Si se la damos a soldados especializados entonces tendremos súpersoladados, pero no deben de saber de esto.
-Está bien, ahora restrínjale la dieta para ver su comportamiento, la próxima semana llegan policías voluntarios, haremos pruebas en ellos.
    Al termino de cada día el Hechicero se va a lo alto de la montaña y en la cima de la piedra más alta se quitaba la ropa dejando su cuerpo musculoso al aire, no tiene de que preocuparse, no hay nadie que lo observe, todo a su alrededor está solitario. En su espalda hay un dibujo que no déjà espacio sin pintar, este dibujo no es de tinta, no es tatuaje si no que está hecho de sicatrices y llagas aun abiertas que él mismo se hace con su cuchillo, la sangre que sale de sus heridas, la pone en una copa y la hierve a la flama de una vela negra mientras recita unaoración evocando a un ser poderoso del mal, lo repite hasta que se consume el total de la sangre del recipiente, en todo ese tiempo está en trance, en comunicación con su espíritu para no sentir el dolor de las cortadas.
-Loco demonio de la perversidad, que has de reclamar el poder que se te ha sido negado por generaciones, ahora sembremos delirio de persecución en cada uno de los inquilinos que aquí habitan, declarándose sin miedo y totalmente en pecado y con la conciencia intranquila. Cada que al cielo miren y griten les darás las fuerzas para seguir con su maldad, maldad que se genera en ti y se transmite en ellos para que viajen sin escalas al infierno y se cumpla tu plan de destrucción. Así mismo luego de la muerte de cada uno de estos poseídos no dejarán huella en la historia y se olvidará su nombre siendo su vida una banalidad.
    Pasaron unos meses e iba secuestrando gente común para sus propósitos, no para los que los científicos decían, si no para los oscuros proyectos paralelos del Hechicero. Cada noche volvía al mismo lugar para evaporar su sangre y orar al Amo de las noches. Dentro de la Casa el Hechicero se apoderó de un piso entero con 25 cuartos, en cada uno de ellos metió a una persona, hombre, mujer, niño, no importaba su edad ni nacionalidad, todos fueron secuestrados de diferentes países y estados. A cada uno de ellos los usó como recipientes de demonios, les obligó a ser poseídos para que el Amo, de esta manera, pueda tener sirvientes asesinos para sus propósitos.
Sin embargo al Amo no le gusto el método. Fueron años de hacerlo así y Hechicero se dio cuenta que no funcionaron las cosas según el plan del Amo, lo que tiene que hacer es crearle el gusto a cada persona por el crimen, luego soltarlos para que difundan la violencia en su ciudad y se la enseñen a su descendencia, así tendrá marionetas a lo largo del mundo, en este caso, se cubre el territorio mexicano.
Los planes cambiaron y el piso entero se lo entregó a Derek para que sometiera a estos pacientes al mismo experimento. Aun así Hechicero les seguía frecuentando para ser la influencia maligna en ellos, que no se pierda el objetivo. Volver las almas cada vez más negras, todos los internos tenía libertad de pasear por los pasillos, así que sólo fue cuestión de tiempo para que influyeran a los demás pacientes, inclusive, al personal que ahí labora. Durante años duraron las cosas así.
Esperando en la sala de estar en la casa de piedra está un tipo con sus maletas, ya han pasado cinco años de estar interno, él pertenece al Segundo grupo de voluntarios en llegar al lugar, el primer grupo al cual se le dio la nueva forma de suministrar la droga que, en aquel entonces era experimental y ahora se le han hecho las modificaciones pertinentes. Este individuo espera una entrevista con el Hechicero antes de irse, Derek espera junto a él.
    Una vez que el Hechicero llegó en su carro militar a la zona y entra a su oficina, Derek pide audiencia con él.
 -¿Qué pasa? –Pregunta el general sin mirar al científico-
-Señor, algo extraño. ¿Recuerda al tipo que le dije que no surtió efecto la droga? Necesito saber que hacer con él, ya no tengo más motivos para retenerlo. Y si lo dejamos libre podremos entrar a un nivel diferente del experimento.
-Y ¿cómo estarías en control de este experimento?
-Fácil, cuando lo trajimos aquí se le dijo que fue por su depresión, le pondré citas mensuales con el psicólogo y ahí veremos el progreso, si resulta ser una amenaza para la población le daremos calmantes y veremos su reacción para saber por qué motive no reaccionó de la manera esperada al medicamento.
    El Hechicero confía plenamente en él, y le autoriza a hacer lo descrito. Mientras estaban en la plática hojea el expediente del tipo en cuestión. Es policía, recién enviudó, dos hijos y de nombre Tomás, lo soltará para seguir en servicio solo que ahora detrás del escritorio, como entrenador de los nuevos elementos.
    Antes de que salga el alemán, el General le pregunta por los demás, Derek le dice que todo se hizo de acurdo al plan, a los secuestrados de Michoacán, Durango, Tamaulipas y los demás estados, se les devolvió a su lugar de origen, no recordarán nada de su estancia en la Casa de Piedra e irán periódicamente al psicólogo para su monitoreo.
    Al cabo de los años, en 1989 subió al poder el presidente Salinas que se obstinó por llevar a la modernidad al país, y entre las carreteras beneficiadas con el programa fue la de Mexicali-Tecate y que, según los planos, iba a dejar al descubierto la Casa de Piedra por lo que se clausuró definitivamente y sus trabajadores fueron reubicados.
    El Hechicero se trasladó a Tamaulipas solo para ver como eran apresados los miembros de su organización de Narcosatánicos, él salió librado de todas las atrocidades de ese grupo y seguía consiguiendo buenos trabajos en el gobierno federal.
    Cuando el presidente Salinas dejó el poder a Zedillo, México entró en un nuevo nivel de crisis económica, para el termino de su mandato en el año 2 mil, se cancelo por completo todos los proyectos secretos, dejando sin supervisión y medicamento a miles de pacientes y voluntarios de los experimentos y fueron soltados a su suerte, desatando una ola de violencia de  magnitud que jamás había sido registrada desde el final de la revolución y la Guerra cristera.
    Los científicos se fueron de ahí sin trabajo, unos se cruzaron a E.U. buscando oportunidad de crecer y otros más a sus casa, entre ellos está Carlos, quien radica en Mexicali y se regresó a vivir con su familia y al cabo de poco tiempo tuvo un hijo más.
...

viernes, 15 de julio de 2016

El Diablo Está Enojado, EP1: Kirieleison, CAP4: Juegos de Pasión (ficción)


Belicia es testigo de los trastornos de Tomás cuando duerme, así sean de día tomando la siesta o de noche, por lo que sólo es cuestión de tiempo para preguntarle sobre el tema. Y en un punto antes del amanecer, cuando están esperando a que la radio indique otro acto criminal, arriba del carro y cenando unos tacos de carne asada, le suelta la pregunta indiscreta, o mejor dicho, las preguntas.
- Dime Tomás ¿cuál es el motivo de que tu no seas cómo los demás policías?- Cada uno de nosotros somos el resultado de lo que algún día deseamos, todos a los que ves ahora cantándole a la muerte, eso es lo que cosecharán; muerte. No importa de qué lado de la ley estén. No todos los policías son buenos y no todos los delincuentes son malos y es porque los actos nos definen y al final terminan siendo lo que hacen, no lo que quieren ser. Yo quise ser el mejor a base de mi trabajo, pero no en base a hacer correcto el trabajo. Los sobornos son muy buenos cuando ambas partes cooperan, lo único que hay que hacer es no hacer nada, y si de vez en cuando detienes a alguien que anda en malos pasos, dices que es un pez gordo y cayas por un tiempo a la prensa. Antes era más fácil pues toda la prensa estaba controlada por el gobierno, bueno, ahora también pero no por completo, hay diarios independientes que navegan según las empresas que publican en sus páginas. Mi primer acercamiento a la sociedad civil como policía se dio en una conferencia sobre criminología a la cual estuve invitado, yo tenía diez años de casado y tres que había enviudado e igual edad tenía mi hijo el mayor, con 13 y el que le sigue tenía seis. En esos tres años no me permití estar con ninguna mujer, no podía dejar que me vieran deprimido, sobre todo mis hijos, me tenían que ver fuerte. Mi madre me ayudó a cuidarlos mientras yo trabajaba todo el día. Ese día, saliendo de la conferencia se me acercó una chica, me dijo que de grande le interesaba estudiar criminología.
- ¿Esa conferencia fue en la universidad?- pregunta Belicia con una mirada profunda, advirtiendo lo que le contestaría Tomás.
- No, esa conferencia fue en una preparatoria y la niña que se me acercó estaba en tercer semestre, acabaditos de cumplir los 16 años. Esta chiquilla me platicaba con gran emoción el interés sobre mi trabajo. Fue inevitable sentirme emocionado yo también, nadie, aparte de mi esposa, que esté descansando en paz, se había interesado en mi o en algo que yo hiciera. Así que me puse en contacto con ella para  acompañarme con los forenses y pueda experimentar el trabajo de campo. La llevé varias veces al laboratorio para que se familiarizara con el protocolo de investigación. Ella siempre se dirigía a mi con gran entusiasmo y cuando me veía se dibujaba una tierna sonrisa en su rostro, fue tanto lo que convivimos y en el tema que más me gusta, que la llegué a apreciar de más, ahora no sólo me acompañaba a trabajar si no, veíamos películas juntos, íbamos al cine, a comer y platicábamos horas y horas por teléfono.
-Parece como un cuento romántico.
- Si, en verdad así parece. Pues para mí lo fue. Un día me acompañó a una diligencia, no nos tardamos mucho en la escena pero aun así, la llevé tarde a su casa, al llegar la puerta estaba cerrada y no podía entrar, se despidió de mí con un beso en la mejilla que rozó los labios. Me perdí en ese momento, la mente me comenzó a hacer malas jugadas, esos labios que me parecieron tocar no fueron los de una niña sino, más bien, los de una mujer. Carnosos y de consistencia muy agradable, te repito, no son los labios de una niña. Ella se asomó por la cerca de su casa para ver si ya le iban a abrir pero no se vio que saliera alguien, se vuelve a meter al carro y, por obvias razones yo me quedé esperando hasta que estuviera segura dentro de su casa, a lo lejos se oye que la puerta de la casa se abre y sale su papá para dejarla pasar, ella se vuelve a despedir de la misma manera, esta vez más cercano a los labios que a la mejilla. La primera vez pensé en que debió ser por accidente pero, ya dos veces, mi mente me dijo que fue adrede. Todo el camino a la casa me fui pensando en cada paso, aun sentía los besos que me dio, en los labios que me besaron y en la sonrisa que me obsequia todos los días que nos vemos. En ese momento cambió de ser una niña a una mujer, cuando menos para mis ojos.
 - ¿Y se lo dijiste?
- Si, pero no fue sencillo. Primero tuve que pasar por una crisis existencial, he arrastrado una vida de pena y dolor, ella tenía 16 y yo pasaba los 35. En verdad necesitaba de una mujer pero no quise aceptarlo, ella hizo olvidarme de mi condición, el de no querer ni necesitar una relación. Creo entonces, ella es importante para mí, supuse. Dentro de mi mente se aparecieron dos personajes, un demonio y un ángel. Uno me dijo detente, es una niña, que especie de vida le darías, esos besos fueron por accidente, estaba muy oscuro y no se dio cuenta de lo que hizo, piensa bien las cosas. El otro me dijo: "Que tal si ella está esperando algo de esto, una respuesta sobre esta noche, a mi me pareció que no fue accidente, una vez pudo ser accidente, pero la segunda ya es por elección, ella te está diciendo que actúes, te estas viendo lento". Nada que venga del amor puede resultar en algo malo. Meditaba cada punto, cada quien parecía tener razón cuando exponen su argumento, esto se ha vuelto en una cruel maldición, es mucha la tentación que en ella anida, he perdido mi identidad para volverme esclavo de mi pasión. Mi mente repite como un eco que no se extingue; ¡la vida sigue, deja que el momento decida y aprovecha la ocasión!
- Y… A quién le hiciste caso… ¿al demonio? Él te fue quien te convenció de que le dijeras.
- No, caso curioso, el Ángel fue el que me animó a tratar algo con ella, el demonio fue quien me decía que me alejara. En mi cabeza fue el rostro más hermoso el que me dijo ¡hazlo!, mis sueños fueron igual, ese fue mi deseo, o el deseo que yo quería que fuera realidad. Como todo hombre que está invadido por el amor, me comencé a comportar como tonto, bueno, un poco atarantado, nada que no pudiera solucionar pero, me refiero a que ya no fui el tipo maduro que me distinguió por mucho tiempo.Una noche me tomé un par de cerveza, ahí mismo juré que nunca le diría nada, ni una palabra del tema, pero no fue así, a la primer oportunidad le dije lo bella que es y lo mucho que me gusta, le pregunté si tiene novio y su respuesta fue negativa, ya lo sabía, pero quería que ella me lo dijera, entonces le propuse que, si para los 18 años seguía soltera sería mi turno para salir con ella. Sólo me mencionó lo loco que estoy, nada fuera de lo común, -sonríe- de ahí en adelante me comporté como un pretendiente, si, no cumplí eso de esperar hasta los 18 tampoco. Ella no me evitaba en nada, así que asumí que le gustó la idea. Regularmente hacíamos las mismas cosas que antes pero con la diferencia que le daba detalles: Chocolates, flores pequeñas, íbamos a cenar mas seguido y esas cosas que hacen los novios. Por un momento en la calle eso pensaban, que éramos pareja pero ella siempre dijo que no, aunque por teléfono era la que me hablaba a mi para que fuera a su casa, a visitarla o porque se había quedado sola. En una de esas ocasiones me recibió en pantaloncillos de esos que usan en el gimnasio, le quedaban hermosos, ajustados, se notaba todo su potencial; hermosa ella, su carácter, su cara y su cuerpo, ¿qué más podía pedir?
- ¿Y qué pasó?
- Ese día la tomé en mis brazos, la acosté en el sillón y exploré todo su cuerpo con mis manos, sentí el respiro en cada poro de su piel, tapando cada uno de ellos con los más deseados besos. Ella acariciaba mi rostro. Al fin mis labios se encontraron con los de ella. Se quitó la blusa, yo le quite lo demás, ¡todo lo demás!... me bañé con su aliento, sus lágrimas y su mirada. Las manos tiernas, cariñosas que me tocaron con pena. Sus piernas simularon las alas de una tierna paloma, me rodeaban y sentí en cada aleteo que fueron sólo mías. No podíamos durar mucho, en cualquier momento llegaría su papá así que trate de ser rápido pero efectivo. Una vez que terminamos nos despedimos y me fui a mi casa.
- Te has de haber sentido soñado de ahí en adelante... ¡puerco!
- Pues no, a la mañana siguiente dos de mis compañeros me despertaron, tocaron fuerte la puerta principal y cuando abrí me explicaron el problema. Me acusó de violación. Al principio pensé me están jugando una broma, pero cuando llegué al juzgado y la vi, estaba golpeada, aún tenía sangre en su rostro, moretones en todo el cuerpo, ¡yo no pude haber hecho esto! me repetía una y otra vez, quería verla de cerca pero no pude, estaba totalmente ultrajada y dijeron que fui yo. Creo que no es necesario explicar que el juicio no fue imparcial, el juez me recomendó que fuera con un psicoanalista para tratarme y eso hice. Lo que más me impactó es que en la hoja médica la describieron muy mal por todo lo que le hice, fue un milagro que estuviera viva. Lo peor es que no recuerdo nada.Yo hubiera dado la vida por ella, no se qué circunstancias tuvieron que pasar para actuar de esa manera.
- ¿Cómo te sentiste?
- Fatal - comienzan a salir lágrimas, toda su cara se ruboriza- me quería morir, durante un buen tiempo no me afeitaba, no me peinaba, no tenía control sobre mi aseo personal, comencé a romper el acuerdo de los sobornos e investigaba hasta las últimas consecuencias los crímenes en que veían involucrados narcos, quería provocarlos y que me mataran, pero de alguna manera nunca lo hicieron, sólo me cambiaron de departamento un par de veces para a donde no causara problemas pero, sólo fue cuestión de tiempo para hacer bien las cosas y provocar malestares y, de nuevo otro departamento al cual servir. El psicólogo me mandó con el psiquiatra y fue él quien me dio un tratamiento a base de calmantes.
- ¿Es por eso que te quedaste del bando bueno?- He meditado mi existencia, no puedo remendar las cosas que hice, mucho menos puedo recuperar el tiempo que dejé solos a mis hijos, mi vida era actuar a puro instinto, no vivía la realidad fui un sonámbulo, a cada paso me imaginé una utopía de mi vida, este mundo es muy voluble y el intentar comprenderlo me llevó a la locura.  Quise encontrarme con mi religión, en cada meditación grité -¡Oh, señor!-, y le expliqué mi renuncia a seguir intentando, -“estoy lleno de contradicción, ya no se distinguir entre el bien y el mal”-. Me integre a grupos eclesiásticos y sólo encontré a una iglesia que peca de convenenciera. He tratado de estar en gracia con Dios pero parece que lo hace adrede, me ha dado una vida muy larga, las tentaciones son muchas y la carne es débil.
En el rostro de Belicia rebota la luz de las luminarias que alumbran la calle
- A finales de la segunda guerra mundial, este lado del mundo, en específico en América, se llevó a cabo una infinidad de experimentos con drogas para crear un súper soldado, estos experimentos comenzaron con Estados Unidos pero, al ver que afectaban directamente con su población, México se ofreció para llevarlos a cabo, cobrando evidentemente por hacerlos y los resultados compartirlos con los EU. Llegando la década de los 80’s se clasificaron a los policías para integrarlos al proyecto todo ellos dependiendo de su temperamento o traumas psicológicos. fueron canalizados al cuartel militar de la zona para comenzar con las investigaciones. Creo que a ti te pasó algo similar.- Ahora que lo mencionas -dice Tomás- los psiquiatras que me consultaban son militares.- Creo que fuiste parte de ese proyecto, te administraron drogas experimentales y es por eso que te pasó eso con la niña que me platicaste.
Tomás está asombrado, nunca había asociado lo sucedido con los militarescon la chica, aunque las dos cosas fueron sucesos muy extraños cada uno en particular.
Belicia le explica la importancia de encontrar a “Pancho”, en un momento de franqueza le platica con respecto a los planes de localizar a este personaje.
- Todo lo que ves en este momento ya sucedió, para mi tu representas el pasado, sólo vengo a ser oyente en tu búsqueda, no intervengo en muchas cosas. Vengo de un futuro lejano que necesita de este individuo para subsistir, sólo vengo a reclamar algo que no es de esta época.
Un silencio invadió el lugar, sólo se ven el uno al otro e intempestivamente Tomás suelta la carcajada, ríe y hace notar que sólo bastó un momento para creerse lo que Belicia dijo.
- No te preocupes, no tienes que inventar esas cosas para sentirte segura, ya puedo controlar mis actos, aparte que para apaciguar mis inquietudes sexuales tengo a “mi detalle” en el bar, ya la conociste.
Ahora la situación es un poco incómoda, Belicia es muy bella, es mujer y no puede dejar de pensar en que puede provocar a Tomás. Decide confiar en él, al fin de cuentas sólo quiere encontrar a “Pancho” y ya.
Por otra parte Tomás no puede evitar ver a Belicia como una entidad de tentación, como ya ha caído antes imprime mayor su fuerza de voluntad y se distrae hablando por teléfono a sus contactos en la calle, se pone a ver la lista del periódico de los liberados y tacha a los que estás muertos ya, ejecutados por “Pancho”.
Uno de los “soplones” le indica que dos de los nombre que le dio están en la ciudad, cerca y con mucho dinero y están dispuestos a gastar. Le da los detalles sobre dónde los puede encontrar.
Enseguida le comunica a Belicia sólo que ella requiere ir a su casa base, dónde se había estado quedando antes de contactar con Tomás. La base es la casa parroquial de la rectoría en honor a Santa Sofía, erigida en honor a la sabiduría, dentro de los anaqueles de esta parroquia están los libros de San Agustín, el santo más sabio de la grey Católica. Una vez que llegaron, Tomás pide que le abran el templo, este se encuentra cerrado por ser horario nocturno, pero Belicia conoce al párroco de ahí pues, ahí mismo se reúne el grupo que solicita la presencia de Púas, ahora conocido como Pancho entre ellos.
Tomás pasa por el altar y llega al sagrario, ahí se hinca y comienza a orar.
- Señor-comienza su rezo viendo directo al sagrario-te hablo desde la fría celda de mi cuerpo, esperando oír las campanadas de la muerte paraejecutar tu orden, reflexiono sobre mi vida y se que no queda mucho tiempo, el esqueleto de mi armario ha salido, me persigue y se que no me queda mucho tiempo. ¿Soñar? Mientras pueda, pasar una vida de soledad, años de vacío, desperdiciando un amor, por conseguir caricias baratas. Nunca pude convertirme en el hombre honesto que prometí ser, pero lo intenté con todo mi corazón. Siento que el tiempo se termina y no tuve la oportunidad de remendar todo lo malo que hice, aunque la inconciencia actuó por mí, los actos tienen mi rostro y la víctima esa imagen. No me hagas caer de nuevo, no me mandes otra tentación de esa manera, pues haz notado que soy débil.
Una voz dulce, tierna y bondadosa de mujer que sólo escucha en su cabeza, interrumpe su oración. –No te sientas desesperado, la serenidad ha llegado, te llevaré a un lugar tranquilo donde descansarás y nadie te podrá ver, el dolor desaparece poco a poco y tus sentidos se adormecen, no tengas miedo a ese lugar, ¡yo ya estoy allá! La belleza que encontrarás detrás del silencio es indescriptible.
-Yo estoy tan solo, mi hogar es todo lo que hay dentro de mi cabeza, poco puede ser lo que me enseñes para poder estar tranquilo -Empuña su mano y se muerde un nudillo, como presintiendo lo que está por suceder-
Se oyen pasos detrás de él, se le eriza la piel y no quiere voltear, cada vez los siente más cerca. El eco que genera la acústica del templo advierte su presencia con sonidos que no parecen de este mundo, son dos pares de pisadas, cada una de ellas distinta a la otra. Desde que comenzó a oír las pisadas se le han cerrado los ojos, ahora trata de abrirlos pero no puede, una lágrima se le escapa y siente que a su lado, en la misma banca, cae alguien de rodillas a su lado y le habla.
- Te traigo un regalo –le dice una voz fémina, le pone una bala en la mano y la observa, es de oro y tiene su nombre grabado.- Cierra los ojos y desapareceremos –sigue la voz en su mente- la salvación no está dentro de tu cabeza, ahora retornaremos a la serenidad, por la eternidad.
Dentro de la casa parroquial se encuentra el Padre y Belicia, son interrumpidos en su plática por un disparo que proviene desde dentro del templo, van corriendo y ven a Tomás tirado en un inmenso charco de sangre, en una mano la bala obsequiada por la dama y en la otra una cruz clavada en la piel.