martes, 26 de julio de 2016

El Diablo Está Enojado, EP1: Kirieleison, CAP5: Enemigo Interior (ficción)



    Entre los años 70´s y 80´s la situación estaba el relativa calma, el gobierno federal y su personal impartían “su” justicia en todo el país y controlaba cualquier manera de hacer dinero, legal o ilegal.
    Aprovechando esta situación y partiendo del hecho que el Estado tiene poca exploración dentro de su cadena montañosa; en esta hay un poblado en la cima de la montaña llamado “La Rumorosa”.
    Pasando la última curva de subida, saliendo de la carretera e internándose fuera de camino, hay una casa construida de piedra que fue habilitada por el ejército como un cuartel para experimentos científicos controversiales.
Comenzaba el invierno cuando el primer grupo de “voluntarios” llegó a esta casa. Niños de la calle secuestrados por la misma policía, gente desamparada por la cual nadie se  preocupará. Provenientes de todos los estados de la república,
    Al entrar a la casa solo hay piedras alrededor, pero no pequeñas, son grandes, tanto que se puede construir dentro de ellas y así es en realidad. Solo quien la construyó sabe hasta dónde llegan los laberintos ocultos en la montaña.
Un lujoso carro militar entra al estacionamiento terregoso de la casa, de este desciende un militar con uniforme muy elegante, todos en la institución se impacientan es él quien tomará el control de los investigadores. La responsabilidad de que esta casa dé los resultados esperados.
    Este señor, con su sola presencia impone respeto y su fama da miedo, aunque se ve viejo no es de edad avanzada, en su vida le ha tocado vivir muchas experiencias traumantes y por aquello se ha ganado el sobrenombre de “El Hechicero”.
-General sea bienvenido –dice Derek con notable acento extranjero. Este científico fue traído desde Rusia por la estrecha relación que México tiene con el país comunista. 
-Veamos el resultado de los primeros inquilinos –dice el Hechicero con emoción.   
 Entraron a la casa, al pasar hay un pasillo que no se ve el fin, la luz no llega hasta el final, conforme avanzan hay puertas a los lados del camino, en cada puerta es seguida de pequeños agujeros con vidrio en el techo donde se puede observar a quienes habitan dentro del cuarto de experimentos. En el primer cuarto hay un tipo muy viejo, barbón y sucio, en su abdomen tiene una varilla enterrada yen la cabeza el cerebro expuesto, el tipo se encuentra activo y resolviendo problemas matemáticos.
-En este nivel hemos logrado la supresión del dolor y del miedo, una vez los soldados cuando se enfrenten al enemigo no temerán morir, y cuando sean heridos seguirán con la misión hasta que la droga les sea retirada. Después de eso solo tienen un par de días para morir. Aun estamos probando acelerar la hora fatídica pues, una vez que la droga deja de hacer efecto vuelven todos los sentidos y la persona experimenta dolor muy cruel.
-Bien, eso no importa. El resultado tiene que ser en combate, una vez herido se finiquita su participación al regreso de la misión.En el siguiente cuarto hay cuatro tipos de mediana edad, todos vestidos de fuerzas especiales y se comen a un quinto hombre.
-Aquí tenemos un experimento que vuelve caníbal, este se le puede administrar de manera secreta a la población rival para que ellos mismos sean los encargados de causar el caos desde dentro de su país.
-Pero no tengo con quien usarla –dice preocupado Derek.
-Ese es tu problema –responde Hechicero y lo deja solo en medio de los pasillos-

 Entregado el lote de braunis con el ingrediente especial, Derek lo conserva y le comparte con Carlos, un investigador de su equipo con muchas ganas de sobresalir pero que aun está aprendiendo.En la hora del desayuno le agrega en su dieta un brauni, en la comida y en la cena hace lo mismo, las primera semanas sin resultados pero, al cavo de un mes comienza a ver que hay progreso.
    Así fueron recorriendo cada uno de los cuartos y en ellos se veía una fase adelantada del experimento pero que no llegaba al objetivo por si sola, tenían que buscar una manera de que todas las reacciones queden en la misma dosis y en el mismo individuo.
Cada una de las personas visitadas presentó una extraordinaria resistencia al dolor y fortaleza, pero nada en su destreza como soldados. El Hechicero le hace de su conocimiento al científico que no es del interés de los gobiernos la rehabilitación de soldados heridos, aunque la misión sea exitosa, ellos deben de llegar a casa hambrientos de regresar al combate y si acaso mueren, que sea en acción así no tener que lidiar con su reinserción en la sociedad.
-Aún estamos experimentando con una nueva droga pero está en fase inicial, no se ha cocinado muy bien, pronto estará lista –Derek se siente presionado para entregar resultados favorable-.
-A lo mejor lo que hace falta es que te estimule, tu falta de progreso inquieta al gobierno, estamos en una crisis que si no fuera por estas ventas secretas, el sistema financiero mexicano colapsaría aun mas. –con mirada amenazante, el Hechicero ordena a Derek que la use- pasa a la siguiente fase de esa droga, usa lo que tengas que usar y haz lo que tengas que hacer.
    Derek es fan de la panadería, seguido va con la cocinera para que le prepare unos deliciosos braunis. Siempre que va se pone a platicar con la encargada que es la misma que prepara la repostería.
-Una vez –comenta la cocinera- hice un pastel tan bueno que todos quedaron encantados. Me habían traído los ingredientes mejores, los más finos y decidí que les haría el pastel más rico que jamás hayan consumido. No había nada que festejar, solo que, como estaban a la mano todos esos ingredientes sería un desperdicio no hacerlo. El General del lugar quedo tan complacido que, unas semanas adelante me pidió que repitiera la receta pues tendría una fiesta con altos mandos y era su deseo quedar bien, yo no podía repetir la receta pues los ingredientes que tenía esa vez no eran los óptimos. Llegó el día de la fiesta y yo aun no tenía idea de cómo iba a hacer el pastel, así que decidí entrar al área de drogas alucinógenas para que con el pastel que les iba a hacer quedaran en estado de éxtasis y ellos supondrían que es por el sabor de una Buena receta. Sólo les puse una cantidad mínima pues la idea no fue drogarlos, solo ponerlos felices. Ellos estuvieron muy felices y yo conserve mi empleo. Nunca supieron lo que comieron.
-¡Oh!, me diste una idea –Derek va corriendo al laboratorio y trae un frasco pequeño de la droga experimental y le ordena a la cocinera que lo incluya en la receta de unos braunis que cocinará aparte-
    Va con el Hechicero y lo invita a una junta, en esa junta está sentado Carlos, el papá de Púas pero antes de engendrarlo, Derek comienza a decirle que es de los mejores científicos que ha dado el mundo, su investigación es de las mejores y con una mínima posibilidad de fallo.
-Que bonito que me venga a presentar, pero a mí que me interesa esto –dice Hechicero molesto-
-Está bien, no entiende –dice emocionado Derek- está en una fantasía, este tipo es mi ayudante y ha sacado la mayoría de las investigaciones adelante, porque él quiere ser el mejor, esa es su pasión, su razón de vivir. Mira –se concentra en explicar a Hechicero- a Carlos le agregué una dieta de braunis en el desayuno, comida y cena. Braunis que tenían una dosis de la droga experimental que le íbamos a dar a los soldados. Nuestro fallo es en que no deben de saber que se les está dando la droga y esta aumentará su interés por lo que mas le interesa. Si se la damos a soldados especializados entonces tendremos súpersoladados, pero no deben de saber de esto.
-Está bien, ahora restrínjale la dieta para ver su comportamiento, la próxima semana llegan policías voluntarios, haremos pruebas en ellos.
    Al termino de cada día el Hechicero se va a lo alto de la montaña y en la cima de la piedra más alta se quitaba la ropa dejando su cuerpo musculoso al aire, no tiene de que preocuparse, no hay nadie que lo observe, todo a su alrededor está solitario. En su espalda hay un dibujo que no déjà espacio sin pintar, este dibujo no es de tinta, no es tatuaje si no que está hecho de sicatrices y llagas aun abiertas que él mismo se hace con su cuchillo, la sangre que sale de sus heridas, la pone en una copa y la hierve a la flama de una vela negra mientras recita unaoración evocando a un ser poderoso del mal, lo repite hasta que se consume el total de la sangre del recipiente, en todo ese tiempo está en trance, en comunicación con su espíritu para no sentir el dolor de las cortadas.
-Loco demonio de la perversidad, que has de reclamar el poder que se te ha sido negado por generaciones, ahora sembremos delirio de persecución en cada uno de los inquilinos que aquí habitan, declarándose sin miedo y totalmente en pecado y con la conciencia intranquila. Cada que al cielo miren y griten les darás las fuerzas para seguir con su maldad, maldad que se genera en ti y se transmite en ellos para que viajen sin escalas al infierno y se cumpla tu plan de destrucción. Así mismo luego de la muerte de cada uno de estos poseídos no dejarán huella en la historia y se olvidará su nombre siendo su vida una banalidad.
    Pasaron unos meses e iba secuestrando gente común para sus propósitos, no para los que los científicos decían, si no para los oscuros proyectos paralelos del Hechicero. Cada noche volvía al mismo lugar para evaporar su sangre y orar al Amo de las noches. Dentro de la Casa el Hechicero se apoderó de un piso entero con 25 cuartos, en cada uno de ellos metió a una persona, hombre, mujer, niño, no importaba su edad ni nacionalidad, todos fueron secuestrados de diferentes países y estados. A cada uno de ellos los usó como recipientes de demonios, les obligó a ser poseídos para que el Amo, de esta manera, pueda tener sirvientes asesinos para sus propósitos.
Sin embargo al Amo no le gusto el método. Fueron años de hacerlo así y Hechicero se dio cuenta que no funcionaron las cosas según el plan del Amo, lo que tiene que hacer es crearle el gusto a cada persona por el crimen, luego soltarlos para que difundan la violencia en su ciudad y se la enseñen a su descendencia, así tendrá marionetas a lo largo del mundo, en este caso, se cubre el territorio mexicano.
Los planes cambiaron y el piso entero se lo entregó a Derek para que sometiera a estos pacientes al mismo experimento. Aun así Hechicero les seguía frecuentando para ser la influencia maligna en ellos, que no se pierda el objetivo. Volver las almas cada vez más negras, todos los internos tenía libertad de pasear por los pasillos, así que sólo fue cuestión de tiempo para que influyeran a los demás pacientes, inclusive, al personal que ahí labora. Durante años duraron las cosas así.
Esperando en la sala de estar en la casa de piedra está un tipo con sus maletas, ya han pasado cinco años de estar interno, él pertenece al Segundo grupo de voluntarios en llegar al lugar, el primer grupo al cual se le dio la nueva forma de suministrar la droga que, en aquel entonces era experimental y ahora se le han hecho las modificaciones pertinentes. Este individuo espera una entrevista con el Hechicero antes de irse, Derek espera junto a él.
    Una vez que el Hechicero llegó en su carro militar a la zona y entra a su oficina, Derek pide audiencia con él.
 -¿Qué pasa? –Pregunta el general sin mirar al científico-
-Señor, algo extraño. ¿Recuerda al tipo que le dije que no surtió efecto la droga? Necesito saber que hacer con él, ya no tengo más motivos para retenerlo. Y si lo dejamos libre podremos entrar a un nivel diferente del experimento.
-Y ¿cómo estarías en control de este experimento?
-Fácil, cuando lo trajimos aquí se le dijo que fue por su depresión, le pondré citas mensuales con el psicólogo y ahí veremos el progreso, si resulta ser una amenaza para la población le daremos calmantes y veremos su reacción para saber por qué motive no reaccionó de la manera esperada al medicamento.
    El Hechicero confía plenamente en él, y le autoriza a hacer lo descrito. Mientras estaban en la plática hojea el expediente del tipo en cuestión. Es policía, recién enviudó, dos hijos y de nombre Tomás, lo soltará para seguir en servicio solo que ahora detrás del escritorio, como entrenador de los nuevos elementos.
    Antes de que salga el alemán, el General le pregunta por los demás, Derek le dice que todo se hizo de acurdo al plan, a los secuestrados de Michoacán, Durango, Tamaulipas y los demás estados, se les devolvió a su lugar de origen, no recordarán nada de su estancia en la Casa de Piedra e irán periódicamente al psicólogo para su monitoreo.
    Al cabo de los años, en 1989 subió al poder el presidente Salinas que se obstinó por llevar a la modernidad al país, y entre las carreteras beneficiadas con el programa fue la de Mexicali-Tecate y que, según los planos, iba a dejar al descubierto la Casa de Piedra por lo que se clausuró definitivamente y sus trabajadores fueron reubicados.
    El Hechicero se trasladó a Tamaulipas solo para ver como eran apresados los miembros de su organización de Narcosatánicos, él salió librado de todas las atrocidades de ese grupo y seguía consiguiendo buenos trabajos en el gobierno federal.
    Cuando el presidente Salinas dejó el poder a Zedillo, México entró en un nuevo nivel de crisis económica, para el termino de su mandato en el año 2 mil, se cancelo por completo todos los proyectos secretos, dejando sin supervisión y medicamento a miles de pacientes y voluntarios de los experimentos y fueron soltados a su suerte, desatando una ola de violencia de  magnitud que jamás había sido registrada desde el final de la revolución y la Guerra cristera.
    Los científicos se fueron de ahí sin trabajo, unos se cruzaron a E.U. buscando oportunidad de crecer y otros más a sus casa, entre ellos está Carlos, quien radica en Mexicali y se regresó a vivir con su familia y al cabo de poco tiempo tuvo un hijo más.
...

viernes, 15 de julio de 2016

El Diablo Está Enojado, EP1: Kirieleison, CAP4: Juegos de Pasión (ficción)


Belicia es testigo de los trastornos de Tomás cuando duerme, así sean de día tomando la siesta o de noche, por lo que sólo es cuestión de tiempo para preguntarle sobre el tema. Y en un punto antes del amanecer, cuando están esperando a que la radio indique otro acto criminal, arriba del carro y cenando unos tacos de carne asada, le suelta la pregunta indiscreta, o mejor dicho, las preguntas.
- Dime Tomás ¿cuál es el motivo de que tu no seas cómo los demás policías?- Cada uno de nosotros somos el resultado de lo que algún día deseamos, todos a los que ves ahora cantándole a la muerte, eso es lo que cosecharán; muerte. No importa de qué lado de la ley estén. No todos los policías son buenos y no todos los delincuentes son malos y es porque los actos nos definen y al final terminan siendo lo que hacen, no lo que quieren ser. Yo quise ser el mejor a base de mi trabajo, pero no en base a hacer correcto el trabajo. Los sobornos son muy buenos cuando ambas partes cooperan, lo único que hay que hacer es no hacer nada, y si de vez en cuando detienes a alguien que anda en malos pasos, dices que es un pez gordo y cayas por un tiempo a la prensa. Antes era más fácil pues toda la prensa estaba controlada por el gobierno, bueno, ahora también pero no por completo, hay diarios independientes que navegan según las empresas que publican en sus páginas. Mi primer acercamiento a la sociedad civil como policía se dio en una conferencia sobre criminología a la cual estuve invitado, yo tenía diez años de casado y tres que había enviudado e igual edad tenía mi hijo el mayor, con 13 y el que le sigue tenía seis. En esos tres años no me permití estar con ninguna mujer, no podía dejar que me vieran deprimido, sobre todo mis hijos, me tenían que ver fuerte. Mi madre me ayudó a cuidarlos mientras yo trabajaba todo el día. Ese día, saliendo de la conferencia se me acercó una chica, me dijo que de grande le interesaba estudiar criminología.
- ¿Esa conferencia fue en la universidad?- pregunta Belicia con una mirada profunda, advirtiendo lo que le contestaría Tomás.
- No, esa conferencia fue en una preparatoria y la niña que se me acercó estaba en tercer semestre, acabaditos de cumplir los 16 años. Esta chiquilla me platicaba con gran emoción el interés sobre mi trabajo. Fue inevitable sentirme emocionado yo también, nadie, aparte de mi esposa, que esté descansando en paz, se había interesado en mi o en algo que yo hiciera. Así que me puse en contacto con ella para  acompañarme con los forenses y pueda experimentar el trabajo de campo. La llevé varias veces al laboratorio para que se familiarizara con el protocolo de investigación. Ella siempre se dirigía a mi con gran entusiasmo y cuando me veía se dibujaba una tierna sonrisa en su rostro, fue tanto lo que convivimos y en el tema que más me gusta, que la llegué a apreciar de más, ahora no sólo me acompañaba a trabajar si no, veíamos películas juntos, íbamos al cine, a comer y platicábamos horas y horas por teléfono.
-Parece como un cuento romántico.
- Si, en verdad así parece. Pues para mí lo fue. Un día me acompañó a una diligencia, no nos tardamos mucho en la escena pero aun así, la llevé tarde a su casa, al llegar la puerta estaba cerrada y no podía entrar, se despidió de mí con un beso en la mejilla que rozó los labios. Me perdí en ese momento, la mente me comenzó a hacer malas jugadas, esos labios que me parecieron tocar no fueron los de una niña sino, más bien, los de una mujer. Carnosos y de consistencia muy agradable, te repito, no son los labios de una niña. Ella se asomó por la cerca de su casa para ver si ya le iban a abrir pero no se vio que saliera alguien, se vuelve a meter al carro y, por obvias razones yo me quedé esperando hasta que estuviera segura dentro de su casa, a lo lejos se oye que la puerta de la casa se abre y sale su papá para dejarla pasar, ella se vuelve a despedir de la misma manera, esta vez más cercano a los labios que a la mejilla. La primera vez pensé en que debió ser por accidente pero, ya dos veces, mi mente me dijo que fue adrede. Todo el camino a la casa me fui pensando en cada paso, aun sentía los besos que me dio, en los labios que me besaron y en la sonrisa que me obsequia todos los días que nos vemos. En ese momento cambió de ser una niña a una mujer, cuando menos para mis ojos.
 - ¿Y se lo dijiste?
- Si, pero no fue sencillo. Primero tuve que pasar por una crisis existencial, he arrastrado una vida de pena y dolor, ella tenía 16 y yo pasaba los 35. En verdad necesitaba de una mujer pero no quise aceptarlo, ella hizo olvidarme de mi condición, el de no querer ni necesitar una relación. Creo entonces, ella es importante para mí, supuse. Dentro de mi mente se aparecieron dos personajes, un demonio y un ángel. Uno me dijo detente, es una niña, que especie de vida le darías, esos besos fueron por accidente, estaba muy oscuro y no se dio cuenta de lo que hizo, piensa bien las cosas. El otro me dijo: "Que tal si ella está esperando algo de esto, una respuesta sobre esta noche, a mi me pareció que no fue accidente, una vez pudo ser accidente, pero la segunda ya es por elección, ella te está diciendo que actúes, te estas viendo lento". Nada que venga del amor puede resultar en algo malo. Meditaba cada punto, cada quien parecía tener razón cuando exponen su argumento, esto se ha vuelto en una cruel maldición, es mucha la tentación que en ella anida, he perdido mi identidad para volverme esclavo de mi pasión. Mi mente repite como un eco que no se extingue; ¡la vida sigue, deja que el momento decida y aprovecha la ocasión!
- Y… A quién le hiciste caso… ¿al demonio? Él te fue quien te convenció de que le dijeras.
- No, caso curioso, el Ángel fue el que me animó a tratar algo con ella, el demonio fue quien me decía que me alejara. En mi cabeza fue el rostro más hermoso el que me dijo ¡hazlo!, mis sueños fueron igual, ese fue mi deseo, o el deseo que yo quería que fuera realidad. Como todo hombre que está invadido por el amor, me comencé a comportar como tonto, bueno, un poco atarantado, nada que no pudiera solucionar pero, me refiero a que ya no fui el tipo maduro que me distinguió por mucho tiempo.Una noche me tomé un par de cerveza, ahí mismo juré que nunca le diría nada, ni una palabra del tema, pero no fue así, a la primer oportunidad le dije lo bella que es y lo mucho que me gusta, le pregunté si tiene novio y su respuesta fue negativa, ya lo sabía, pero quería que ella me lo dijera, entonces le propuse que, si para los 18 años seguía soltera sería mi turno para salir con ella. Sólo me mencionó lo loco que estoy, nada fuera de lo común, -sonríe- de ahí en adelante me comporté como un pretendiente, si, no cumplí eso de esperar hasta los 18 tampoco. Ella no me evitaba en nada, así que asumí que le gustó la idea. Regularmente hacíamos las mismas cosas que antes pero con la diferencia que le daba detalles: Chocolates, flores pequeñas, íbamos a cenar mas seguido y esas cosas que hacen los novios. Por un momento en la calle eso pensaban, que éramos pareja pero ella siempre dijo que no, aunque por teléfono era la que me hablaba a mi para que fuera a su casa, a visitarla o porque se había quedado sola. En una de esas ocasiones me recibió en pantaloncillos de esos que usan en el gimnasio, le quedaban hermosos, ajustados, se notaba todo su potencial; hermosa ella, su carácter, su cara y su cuerpo, ¿qué más podía pedir?
- ¿Y qué pasó?
- Ese día la tomé en mis brazos, la acosté en el sillón y exploré todo su cuerpo con mis manos, sentí el respiro en cada poro de su piel, tapando cada uno de ellos con los más deseados besos. Ella acariciaba mi rostro. Al fin mis labios se encontraron con los de ella. Se quitó la blusa, yo le quite lo demás, ¡todo lo demás!... me bañé con su aliento, sus lágrimas y su mirada. Las manos tiernas, cariñosas que me tocaron con pena. Sus piernas simularon las alas de una tierna paloma, me rodeaban y sentí en cada aleteo que fueron sólo mías. No podíamos durar mucho, en cualquier momento llegaría su papá así que trate de ser rápido pero efectivo. Una vez que terminamos nos despedimos y me fui a mi casa.
- Te has de haber sentido soñado de ahí en adelante... ¡puerco!
- Pues no, a la mañana siguiente dos de mis compañeros me despertaron, tocaron fuerte la puerta principal y cuando abrí me explicaron el problema. Me acusó de violación. Al principio pensé me están jugando una broma, pero cuando llegué al juzgado y la vi, estaba golpeada, aún tenía sangre en su rostro, moretones en todo el cuerpo, ¡yo no pude haber hecho esto! me repetía una y otra vez, quería verla de cerca pero no pude, estaba totalmente ultrajada y dijeron que fui yo. Creo que no es necesario explicar que el juicio no fue imparcial, el juez me recomendó que fuera con un psicoanalista para tratarme y eso hice. Lo que más me impactó es que en la hoja médica la describieron muy mal por todo lo que le hice, fue un milagro que estuviera viva. Lo peor es que no recuerdo nada.Yo hubiera dado la vida por ella, no se qué circunstancias tuvieron que pasar para actuar de esa manera.
- ¿Cómo te sentiste?
- Fatal - comienzan a salir lágrimas, toda su cara se ruboriza- me quería morir, durante un buen tiempo no me afeitaba, no me peinaba, no tenía control sobre mi aseo personal, comencé a romper el acuerdo de los sobornos e investigaba hasta las últimas consecuencias los crímenes en que veían involucrados narcos, quería provocarlos y que me mataran, pero de alguna manera nunca lo hicieron, sólo me cambiaron de departamento un par de veces para a donde no causara problemas pero, sólo fue cuestión de tiempo para hacer bien las cosas y provocar malestares y, de nuevo otro departamento al cual servir. El psicólogo me mandó con el psiquiatra y fue él quien me dio un tratamiento a base de calmantes.
- ¿Es por eso que te quedaste del bando bueno?- He meditado mi existencia, no puedo remendar las cosas que hice, mucho menos puedo recuperar el tiempo que dejé solos a mis hijos, mi vida era actuar a puro instinto, no vivía la realidad fui un sonámbulo, a cada paso me imaginé una utopía de mi vida, este mundo es muy voluble y el intentar comprenderlo me llevó a la locura.  Quise encontrarme con mi religión, en cada meditación grité -¡Oh, señor!-, y le expliqué mi renuncia a seguir intentando, -“estoy lleno de contradicción, ya no se distinguir entre el bien y el mal”-. Me integre a grupos eclesiásticos y sólo encontré a una iglesia que peca de convenenciera. He tratado de estar en gracia con Dios pero parece que lo hace adrede, me ha dado una vida muy larga, las tentaciones son muchas y la carne es débil.
En el rostro de Belicia rebota la luz de las luminarias que alumbran la calle
- A finales de la segunda guerra mundial, este lado del mundo, en específico en América, se llevó a cabo una infinidad de experimentos con drogas para crear un súper soldado, estos experimentos comenzaron con Estados Unidos pero, al ver que afectaban directamente con su población, México se ofreció para llevarlos a cabo, cobrando evidentemente por hacerlos y los resultados compartirlos con los EU. Llegando la década de los 80’s se clasificaron a los policías para integrarlos al proyecto todo ellos dependiendo de su temperamento o traumas psicológicos. fueron canalizados al cuartel militar de la zona para comenzar con las investigaciones. Creo que a ti te pasó algo similar.- Ahora que lo mencionas -dice Tomás- los psiquiatras que me consultaban son militares.- Creo que fuiste parte de ese proyecto, te administraron drogas experimentales y es por eso que te pasó eso con la niña que me platicaste.
Tomás está asombrado, nunca había asociado lo sucedido con los militarescon la chica, aunque las dos cosas fueron sucesos muy extraños cada uno en particular.
Belicia le explica la importancia de encontrar a “Pancho”, en un momento de franqueza le platica con respecto a los planes de localizar a este personaje.
- Todo lo que ves en este momento ya sucedió, para mi tu representas el pasado, sólo vengo a ser oyente en tu búsqueda, no intervengo en muchas cosas. Vengo de un futuro lejano que necesita de este individuo para subsistir, sólo vengo a reclamar algo que no es de esta época.
Un silencio invadió el lugar, sólo se ven el uno al otro e intempestivamente Tomás suelta la carcajada, ríe y hace notar que sólo bastó un momento para creerse lo que Belicia dijo.
- No te preocupes, no tienes que inventar esas cosas para sentirte segura, ya puedo controlar mis actos, aparte que para apaciguar mis inquietudes sexuales tengo a “mi detalle” en el bar, ya la conociste.
Ahora la situación es un poco incómoda, Belicia es muy bella, es mujer y no puede dejar de pensar en que puede provocar a Tomás. Decide confiar en él, al fin de cuentas sólo quiere encontrar a “Pancho” y ya.
Por otra parte Tomás no puede evitar ver a Belicia como una entidad de tentación, como ya ha caído antes imprime mayor su fuerza de voluntad y se distrae hablando por teléfono a sus contactos en la calle, se pone a ver la lista del periódico de los liberados y tacha a los que estás muertos ya, ejecutados por “Pancho”.
Uno de los “soplones” le indica que dos de los nombre que le dio están en la ciudad, cerca y con mucho dinero y están dispuestos a gastar. Le da los detalles sobre dónde los puede encontrar.
Enseguida le comunica a Belicia sólo que ella requiere ir a su casa base, dónde se había estado quedando antes de contactar con Tomás. La base es la casa parroquial de la rectoría en honor a Santa Sofía, erigida en honor a la sabiduría, dentro de los anaqueles de esta parroquia están los libros de San Agustín, el santo más sabio de la grey Católica. Una vez que llegaron, Tomás pide que le abran el templo, este se encuentra cerrado por ser horario nocturno, pero Belicia conoce al párroco de ahí pues, ahí mismo se reúne el grupo que solicita la presencia de Púas, ahora conocido como Pancho entre ellos.
Tomás pasa por el altar y llega al sagrario, ahí se hinca y comienza a orar.
- Señor-comienza su rezo viendo directo al sagrario-te hablo desde la fría celda de mi cuerpo, esperando oír las campanadas de la muerte paraejecutar tu orden, reflexiono sobre mi vida y se que no queda mucho tiempo, el esqueleto de mi armario ha salido, me persigue y se que no me queda mucho tiempo. ¿Soñar? Mientras pueda, pasar una vida de soledad, años de vacío, desperdiciando un amor, por conseguir caricias baratas. Nunca pude convertirme en el hombre honesto que prometí ser, pero lo intenté con todo mi corazón. Siento que el tiempo se termina y no tuve la oportunidad de remendar todo lo malo que hice, aunque la inconciencia actuó por mí, los actos tienen mi rostro y la víctima esa imagen. No me hagas caer de nuevo, no me mandes otra tentación de esa manera, pues haz notado que soy débil.
Una voz dulce, tierna y bondadosa de mujer que sólo escucha en su cabeza, interrumpe su oración. –No te sientas desesperado, la serenidad ha llegado, te llevaré a un lugar tranquilo donde descansarás y nadie te podrá ver, el dolor desaparece poco a poco y tus sentidos se adormecen, no tengas miedo a ese lugar, ¡yo ya estoy allá! La belleza que encontrarás detrás del silencio es indescriptible.
-Yo estoy tan solo, mi hogar es todo lo que hay dentro de mi cabeza, poco puede ser lo que me enseñes para poder estar tranquilo -Empuña su mano y se muerde un nudillo, como presintiendo lo que está por suceder-
Se oyen pasos detrás de él, se le eriza la piel y no quiere voltear, cada vez los siente más cerca. El eco que genera la acústica del templo advierte su presencia con sonidos que no parecen de este mundo, son dos pares de pisadas, cada una de ellas distinta a la otra. Desde que comenzó a oír las pisadas se le han cerrado los ojos, ahora trata de abrirlos pero no puede, una lágrima se le escapa y siente que a su lado, en la misma banca, cae alguien de rodillas a su lado y le habla.
- Te traigo un regalo –le dice una voz fémina, le pone una bala en la mano y la observa, es de oro y tiene su nombre grabado.- Cierra los ojos y desapareceremos –sigue la voz en su mente- la salvación no está dentro de tu cabeza, ahora retornaremos a la serenidad, por la eternidad.
Dentro de la casa parroquial se encuentra el Padre y Belicia, son interrumpidos en su plática por un disparo que proviene desde dentro del templo, van corriendo y ven a Tomás tirado en un inmenso charco de sangre, en una mano la bala obsequiada por la dama y en la otra una cruz clavada en la piel.

martes, 5 de julio de 2016

El Diablo Está Enojado, EP1: Kirieleison, CAP3: Advertencia (ficción)


En una oficina fría y oscura está Tomás, acostado en un polvoriento sillón. Tomás es un ex detective de las fuerzas especiales de la Policía Estatal Preventiva de Baja California. Retirado, de edad avanzada, que se dedica a resolver crímenes difíciles y cobrar la recompensa, la mayoría de los policías lo conocen y lo dejan desempeñarse bien en su labor.
Por la radio de frecuencia policíaca se entera de los crímenes que se van cometiendo en la ciudad, de cuales necesitan su intervención.
En el escritorio siempre está prendida su computadora, una PC color crema muy vieja. Todo el tiempo conectada a internet, como página principal tiene a Radiopatrulla.com, página especializada en dar a conocer mucho antes que los demás sobre los crímenes y criminales que se comenten en Mexicali.
- Hace varios días no puedo dormir -medita en soledad recostado en su sillón y con un ojo a la computadora, el humo del cigarrillo envuelve la habitación la cual sólo es alumbrada por las luminarias de la calle, luz que entra por las ventanas y el destello del monitor pega en su rostro- Los crímenes en esta ciudad parecen no tener fin, ayer por la noche un padre golpea a su familia y violó a su hija, una niña a la cual le faltan pocos días para cumplir sus 15 años. La primavera se convirtió en un frío invierno, ella no se merece conocer la maldad de este mundo, no de esta manera, debe de vivir de acuerdo a su edad, paso a paso. Para ella todos somos una basura, en realidad tiene razón, pero no tiene porqué saberlo insisto, no de esa manera. Este mundo tiene sus detalles que pueden ser malos y buenos, si haces cosas malas te suceden cosas malas. Esas patrañas del “karma”, según mi experiencia, son pretextos que la gente toma para explicar lo que desconoce, prefiero llamarlo justicia poética. Esa niña fue rentada por su padre, se la ofrecía a sus amigos para tener sexo, claro, es una niña, ¿qué sátiro no quiere tener sexo con una niña?, o... ¿qué demonio rechaza un instante de cielo por no poder tener un infierno estable? -divaga, camina al baño y se moja la cara con agua helada, se seca con una toalla rota y mugrosa.
Afuera se torna todo de color azul muy oscuro, a punto de oscurecer, ambiente lúgubre. Lo espera su carro estacionado, casi convertido en chatarra, un AMC Pacer, carro extremadamente feo con un cofre largo y, donde se supone va la cajuela, es una burbuja de vidrio. Humea mucho y es el que usa Tomás para transportarse en la ciudad.
Se sube, prende un cigarrillo y arranca el vehículo, toma unas pastillas para la depresión, se las pasa sin haber tomado gota de agua. Avanza por la ciudad, el carro transita las calles solitarias pues, a esta hora de la madrugada no hay mucho movimiento. Llega a un barrio donde la gente vive en extrema pobreza, se estaciona frente a una casa construida de cartón, un cerco roto de pedacería de maderas delimita el accidentado terreno.
Tomás apaga las luces del carro y entra a la casa, saca la lámpara de mano, una grabadora de bolsillo y comienza a hacer apuntes orales en su tablet Samsung Tab 3, aunque le falla a cada momento la sigue usando, ha estado a punto de morir varias veces por lo lento funcionamiento de su sistema operativo, a veces tiene que esperar el reinicio del dispositivo para poder usarlo de nuevo y la acción que debería llevar sólo un par de segundo se extiende a casi media hora.
-Estoy en la casa del caso Karina, está fabricada de cartón, tiene en la entrada el cordón policíaco, avanzo por la entrada, se nota la poca higiene de sus habitantes, tiene tres recámaras a las cuales sólo las divide cartones húmedos a punto de caer. El caso Karina se refiere -sigue grabando- a la niña cuyo padre la prostituyó con sus amigos albañiles, antes de eso fue violada por su propio progenitor mientras su madre estaba fuera trabajando. Cuando se supo del caso, la policía vino por los padres y por la niña, Karina estaba escondida debajo de la cama y no fue encontrada, pero como a los policías no se les informó de que esta niña tenía una hermanita de 8 años, supusieron que la pequeña menor, quien sí encontraron en el cateo, fue la ofendida. Al ser revisada en el hospital no se encontró ninguna señal de violación y mucho menos de haber perdido su virginidad, por lo que los padres no fueron procesados. -Apaga la  grabadora, se inca para tomar algo del suelo que se le hizo sospechoso- Pero no vengo a resolver una investigación que ya está resuelta. Vengo a ver quien intervino en este caso. Karina desapareció y los padres, al llegar a la casa fueron asesinados de la manera más salvaje y no por la violencia, sino por lo tardado de las torturas que no les dejaron morir hasta haber vivido una dolorosa agonía.
Las torturas que describe el parte policíaco son similares a las que se usaron en la Inquisición, los encargados de perfilar al ignoto aseguran que el asesino cree tener el compromiso del Santo Oficio como inquisidor, ya no castigando la herejía, sino la delincuencia.
El método utilizado para matar a la pareja fue sentarlos uno frente al otro, a una distancia de un metro, amarrados a una silla de pies a cabeza, dejándolos inmóviles, les cose cuidadosamente la boca con hilo de acero. Les puso una cubeta con utensilios de construcción, de los más finos.
Una vez puesto los guantes prende un soplete y lo deja en la mesa que está a un lado, saca una navaja y corta un poco de la muñeca del padre. La sangre baña toda la estancia pero de inmediato sutura con el soplete, deteniendo la hemorragia pero dejando el dolor, una y otra vez por todo el cuerpo repitió la misma operación, dejando llagas dolorosas y que no puede ser desahogado con gritos por estar cosida la boca, por lo que se comen su ira y enojo.
Agonizando el padre sigue con la madre, a esta le venda los ojos y le comienza a poner cubos de hielo en la muñecas, en las rodillas y en todas las partes donde hay cartílago. El terror psicológico causado con esa tortura hace que se muera de la impresión, no por estar siendo víctima de cortadas, si no porque la mente supone que las extremidades se están desangrando y con esto le da una muerte inminente.
Según avanza por la casa recolecta objetos que le parecen sospechosos, no son muchos pero estuvieron el día de los hechos y pueden ayudar a dar una idea de lo sucedido el día de la ejecución.
Mientras avanza puede observar unas huellas frescas dentro de la recámara de la niña, le da curiosidad y las sigue. Su sorpresa es mayor cuando en determinado lugar de la habitación esas huellas desaparecen.
Tomás toma unas fotos del recorrido de estas huellas, del carro saca una lámpara de luz negra y la conecta a una pila portátil que lleva dentro de una bolsa, prende la lámpara cerca de las huellas en cuestión y éstas tienen bordes luminosos lo cual llama aún más la atención de Tomás. Del saco que trae puesto saca una cuchara y una pequeña bolsa e introduce en ella una muestra de este elemento brillante.
Arriba del carro mientras transita por la ciudad hace sus anotaciones orales en su tablet. La radio, por la frecuencia policíaca, advierte de un nuevo asesinato en la casa de un conocido sicario.
Tomás llega lo más rápido posible, en el área ya estaba un fotógrafo de la prensa haciendo su trabajo. El detective se da cuenta y lo manda sacar, todas sus huellas están en el área del crimen. Tomás pelea con él haciéndole la observación de que ya está contaminada la zona.
El fotógrafo agacha la cabeza y se retira.
- ¿A qué nos enfrentamos? -pregunta Tomás a un ministerial amigo suyo que se encuentra en el lugar-- No lo se, parece un enfrentamiento de bandas pero, si observas bien, los tiros que les dieron muerte a los sicarios vienen de fuera, parece trabajo de un francotirador -caminan un poco entre los cadáveres- la confusión comenzó con un petardo que se tiró al interior -señala el lugar-  por la ventana y ahí comenzó la masacre. Disparando a la oscuridad y los de afuera con siete percusiones acabó con ellos.- ¿Tienen ustedes a alguien haciendo eso?- No, el gobernador ya no quiere ese tipo de “arreglos”, los comandos de la muerte desaparecieron hace mucho. -contesta Ministerial- Y nosotros ni nos metemos, tú sabes, que se maten entre ellos, mejor.- ¡Oh, señor! Apiádate.- se da la vuelta y camina hasta su carro, dentro de él se queda pensando, toma la luz negra, se baja y rodea la casa por fuera, dirige la luz hacia el suelo y no observa nada raro, vuelve a la entrada principal y rápido regresa de nuevo a la parte posterior de la finca, alcanza a ver que un tipo vestido de negro corre brincando la cerca, lo corretea pero no lo logra alcanzar.
Se dirige a una ventana de la casa que está abierta por donde se presume salió el tipo, apunta con la lámpara hacia las huellas y observa lo mismo que encontró en la escena del crimen anterior. Pequeños elementos brillantes rodean las marcas de los zapatos.
El Ministerial lo observa de lejos y pregunta si ocupa apoyo, Tomás le da una respuesta negativa y remata diciendo -Todo Aburrido acá, ¿qué tal allá?- Ministerial asiente y sigue con su trabajo.
Tomás se guarda la lámpara y va apresuradamente al otro lado de la cerca para seguir las huellas, se aleja un poco del lugar donde se encuentra la policía y en un determinado lugar de la calle las manchas brillosas desaparecen.
Por uno de los dispositivos que tiene para comunicarse le llama a su amigo Ministerial y le pregunta si aún tiene en la patrulla un contador Geiger; un contador Geiger es un instrumento que permite medir la radiactividad de un objeto o lugar y a Tomás se le ha ocurrido la idea de medir los residuos luminosos que dejan las huellas del tipo misterioso. Una vez estando ahí los dos individuos, Tomás acerca el aparato al objeto luminiscente y este comienza a hacer ruido detectando partículas ionizadas y lanzando una lectura baja, casi nula pero que, aún así es extraña.
En todo momento hace anotaciones orales, grabando exactamente todo lo que observa, sea o no sean importantes. Esta vez destaca la medición, el objeto brillante y la desaparición extraña. Tomás se siente con la responsabilidad de detener al asesino, siente una presión personal tan grande, por lo complicado del caso, que se está volviendo una obsesión y la razón más importante es porque la policía ministerial no mete sus narices en estos casos.
- Piensa, piensa. ¿Cual es la razón de la existencia de este personaje? -Camina por la ciudad, día, noche, atardeceres. Observa a la gente, su comportamiento, sus reacciones cuando lee el periódico y está la noticia de los muertos. Nadie grita, nadie actúa, nadie se inmuta. Ya lo han tomado como una cotidianidad insensible que a la vez los vuelve insensibles a ellos.
Aunque ya tiene dos pistas sigue siendo un misterio la identidad del asesino.
Otra noche sin dormir, ya es mediodía, apenas va llegando a su oficina y se recuesta en el sofá para descansar un poco, dormido se pasan rápidas las horas y la noción del tiempo es corta, siente que anochece pronto. Lo malo son que las pesadillas siempre vienen el día menos esperado, y su problema de azúcar y depresión las acentúan aún más, no obstante esté trabajando de lado del bien, el miedo está presente día a día.
Desde su jubilación siente presente la muerte, ya no en otras personas si no en él mismo, siente que debe de reparar esos daños que hizo en su juventud cuando la poder judicial aún era un nido de gorilas haciendo la ley de Herodes, “o te chingas o te jodes”.
Un ruido dentro de su oficina lo despierta, terminando de esta manera con su pesadilla, la habitación está cubierta de oscuridad de nuevo, mira fijo a una esquina donde la luz mercurial no a llegado antes y siente que alguien habita ese espacio, mira fijo de nuevo sin parpadear y se da cuenta que alguien está ahí, el corazón golpea fuerte su pecho, sabe que se tiene que controlar para poder salir vivo.
Con movimientos sigilosos y tratando de no ser descubierto, Tomás alcanza el “switch” de la luz negra y la enciende, un pequeño camino luminiscente se dirige al lugar donde fijó su mirada al despertar y despejó su duda, ahí se encuentra una persona, pero no cualquier, es el tipo misterioso que se escabulle en cada escena del crimen.
Al verse descubierto el tipo misterioso pega un salto, no sin antes que Tomás pudiera tomar su pistola y apuntar, inmóviles los dos, cara a cara se cuestionan sus intenciones.
- ¿Haz venido a matarme? -pregunta primero Tomás-
- No, al menos que esa sea tu intención para conmigo.
- Entonces, ¿qué es lo que quieres de mí?
- Tu y yo tenemos un objetivo en común, el de encontrar a la persona que está asesinando a los maleantes.
- Pensé que tu eras esa persona -Responde Tomás con asombro, se acomoda las gafas de aumento-
Tipo misterioso camina hacia la luz, descubre su rostro el cual es tapado por un pasamontañas negro y el gorro de la sudadera. La sorpresa de Tomás fue mayúscula cuando vio en ese rostro la cara de una mujer, una mujer bella, de tez blanca y cabello negro como la oscura noche, se presenta como Belicia, niña de escasos 21 años y de muy buen cuerpo.
Esta mujer expone las pruebas que ha recolectado en cada escena del crimen y su hipótesis sobre quién puede ser el individuo que buscan, unen cabos y esperan a que actúe de nuevo para ver si está en lo correcto. Tomás saca los periódicos donde salen los asesinatos de este personaje y ven que en todos el fotógrafo que toma las instantáneas tiene un lugar privilegiado en tiempo y lugar con respecto a los hechos. Datos exactos y sin necesidad de boletín oficial, así como en la edición de principio de semana pone una lista de maleantes que saldrán de la cárcel esa semana, se dan cuenta que los va terminando de acuerdo al listado en cuestión, lo recortan y tachan los nombres de los muertos y se aseguran por saber el paradero de los demás, teniendo resultados muy pobres.
No les queda más que esperar al siguiente asesinato e ir lo más rápido posible. Belicia saca un sistema de comunicación portátil de dos vías, con auricular compacto que sólo se pone en el oído y con un micrófono incrustado en el reloj de pulsera que usa cada uno de ellos. De esta manera estarán coordinados.
Para poder conocer mejor el ambiente en que se desenvuelve Tomás, lleva a Belicia con sus amigos. Ésta noche tendrán una fiesta en la casa del comandante, una casa muy grande en un exclusivo fraccionamiento, con alberca y seguridad privada. Al llegar a la fiesta todos los policías vestidos de civil saludan a Tomás, le invitan a pasar, a tomar cerveza y lo felicitan al verlo con tan bella compañía.
Belicia se confunde por un momento y aprovecha a que en el vestíbulo no hay gente, ahí le pregunta sobre esta gente, la chica piensa que están en una fiesta de maleantes por todas las cosas de consumo ilegal que ahí hay disponibles.
En la música, los “narcocorridos” están a todo volúmen y el total de los presentes cantando canción tras canción, Belicia le dice a Tomás que no comprende cómo es que las cantan si cada una de las melodías habla sobre a quienes ellos tienen que detener y, a parte, en algunas estrofas se habla de la complicidad de las autoridades en los actos delictivos.
Tomás se disculpa diciendo -son sólo canciones-.
- Había oído esta parte de la historia de México -interrumpe Belicia- pero nunca me imaginé que fuera tan grotesco-. Tomás no entiende lo que la chica dice.
El enojo de la dama es evidente y a cada rato cuestiona a Tomás si él es cómplice de estas acciones, él responde que no, le da de ejemplo que observe nomas el carro que tiene.
- Tomás- habla Belicia con voz fuerte, enojada- He venido desde un lugar muy lejano para encontrar al asesino, me transporto en un vehículo que emite radiación y pulsos electromagnéticos que son mortales en los humanos si se abusa de él. Al ver esto -apunta hacia la fiesta- me pregunto si valdrá la pena, si todo esto podrá cambiar algún día.-Supongo que con la esperanza que nos da la fe, créeme que yo hago algo por cambiar esta situación, en primer lugar no siendo cómplice o ¿Por qué crees que yo investigo estos casos? ellos no hacen nada, sólo archivan y lo dan por terminado. Aparte de que tienen rezago en ello, tanto asesinato requiere muchas horas hombre.- Lo que más pena me da, es que esto es imitado por los menores, la historia les juzgará duro. No hay país en toda América que haya derramado más sangre para construir una nación. Europeos, americanos e indígenas murieron para que sus hijos no perezcan por hambre. Esa sangre que sirvió de cimiento a la república hoy, las nuevas generaciones escupen sobre ella, manchando el honor en cada tumba y monumento erigido en su nombre. Oigo lamentos que salen de ultratumba, son los sollozos de nuestros héroes que sacrificaron por darnos tierra donde vivir, mar donde pescar y hermanos con quien jugar, están viendo con pena que no merecemos el esfuerzo. Nuestros hijos se están matando, nuestros hermanos nos agreden en una guerra tonta y sin sentido, digna de orates alienados. Tomás, el cielo se está quedando sin mexicanos. -Termina Belicia.
Al día siguiente, por la noche, Tomás se va a “patrullar” con su carro por los barrios bajos de la ciudad. Aunque es tarde, los niños invaden las tristes calles que están sin pavimentar, haciendo pequeñas pandillas y, de una manera descarada, se acercan a los carros que pasan y ofrecen su producto, en este caso una droga sintética llamada “Ice”.
En la esquina, donde está una tienda, el detective se baja para comprar unos cigarros, al salir se para en la puerta para prender uno, a los niños que observa se les detiene una camioneta y del interior por la parte trasera se oyen disparos dándoles muerte a todos los de la calle. Esta camioneta, al arrancar, tiene abierta la cajuela y de ella otro de los tripulantes dispara a lo loco con un “Cuerno de Chivo” alcanzando a dar a quienes probablemente pudieron sobrevivir con los primeros disparos sin embargo, le da también a las casa aledañas, llevándose con ellos a varios niños inocentes que no tenían que ver con los traficantes, pues las balas de esta metralleta entraron hasta el interior de los hogares dándoles muerte a los inquilinos y dejando a otros más heridos.
Aunque el suceso es muy grave, Tomás no se mete, no es su investigación pero, no evita sentirse triste por ello, pequeños infantes jugando a la guerra, no teniendo en cuenta las consecuencias, sin poder apreciar la vida que se les da, el gran regalo que se les dio a custodiar, no tienen presente que la muerte es algo definitivo y perpetuo. No es cómo en los videojuegos que echando otra moneda te regresan la vida para seguir avanzando con los obstáculos.
En este asesinato, el cual presenció de manera fortuita, no espera que vaya el asesino que busca, esos cuerpos serán recogidos por El Servicio Médico Forense, llevados a realizarse el peritaje correspondiente para luego ser archivados y olvidados. Toda la vida de los asesinados, poca pero al fin vida, se volatilizó en el tiempo, sus sueños y fantasías jamás se cumplirán, ese día cinco probabilidades de que este país pueda salir del hoyo se esfumaron.
De regreso a su oficina, se asoma al servibar y saca una caja con comida china, la calienta en el microondas en eso Belicia se comunica con él y le pide su presencia, el tipo al que buscan ya mató a otra persona, esta vez en una zona de nivel socioeconómico medio.
Tomás se apresura a ir pero al salir se da cuenta que su carro ya no tiene batería, se la robaron. Fue suficiente cinco minutos para que los ladrones puedan realizar su “trabajo”. Éste le llama a Belicia y le explica, la chica va por él pero esto les hace perder tiempo y ya no pueden cercar al asesino.
Belicia tiene un carro negro, vidrios polarizados, Cadillac. De cofre grande y gran potencia en el motor.
Al ver que es inútil ir al lugar de los hechos, Tomás tiene una gran idea, le pide a Belicia ir al edificio de la Procuraduría del Estado para hablar con uno de sus amigos que se encuentra en comunicación social. Este edificio se encuentra a un lado de donde Púas hizo su primer asesinato, al pie de la banqueta se muestra grande un letrero hecho de hierro sobre una barda de concreto el cual dice: “Cuidar del orden para que el orden nos cuide”.
Al entrar pide hablar con su amigo, este lo recibe con gusto y los hace pasar, le explica el favor que necesita y es vital para poder atrapar al asesino. Dentro de su imaginación saca un suceso inventado del asesinato ocurrido esa noche para mandarlo como boletín a los medios de comunicación, el objetivo es ver la diferencia entre lo publicado, el boletín y los hechos verdaderos.
Husmeando entre los papeles del escritorio de su amigo se da cuenta que en los expedientes se refieren a un “Pancho” por no saber la identidad del asesino, pero que, aún así, en lo boletines no muestran ese nombre, sólo ponen “un desconocido” sin dar a conocer que la línea de investigación sospecha que es un sólo individuo el que está matando a los maleantes.
Como una manera de que Belicia no se expusiera más con la radiación, Tomás le ofreció hospedaje en su oficina, ella aceptó pero con sus precauciones pues sabe que la debilidad del detective es la lujuria y podría estar en peligro. Para defenderse Tomás, dice que está consciente de su situación y hace lo necesario al respecto, sin ahondar en el tema, lo dice para que la chica esté tranquila.
Al día siguiente ven que el vespertino publíca las fotos de la ejecución que esperaban, y pone en el extracto noticioso lo que realmente pasó y no lo que Tomás puso en el boletín, ahora sólo falta saber quien es el que le pasa esa información al periódico pues los demás medios se apegan a la circular oficial.
El centro de la ciudad de Mexicali, mejor conocido como “Tango”, es un lugar de bares y cantinas, donde la policía y las prostitutas caminan por decenas. Este es un lugar de tolerancia pero, el gobierno local tiene mucha presencia ahí, no sólo para vigilar sino para que quienes vayan a gastar lo hagan hasta quedar totalmente limpios y quienes no tengan dinero, no entren a molestar.
A lo largo de cada manzana hay tiendas, abarrotes, retacerías, limpadurías, y muchos negocios legales que funcionan de día, en el segundo piso de todas estas tiendas es un hotel inmenso, el cual tiene sus entradas en cada bar. Por cada cinco tiendas hay un bar de desnudistas y cada bar de estos tiene su local para sólo beber.
En este hotel trabajan muchas mujeres, hombres y transsexuales, de todos los lugares de américa latina, son personas que vienen de paso intentando brincar el cerco que divide México con EU y, por las carencias económicas, los asaltos de polleros y por la deportación de la policía migratoria se quedan en esta ciudad ejerciendo el oficio más antiguo, se han llegado a encontrar niños y animales también.
Tomás tiene buenos contactos en este hotel con las prestadoras de servicios y va con ellas siempre que tiene alguna duda de los planes del narco o de los deseos sin importancia de los ayudantes de los capos, llamados “Chacas” o simplemente para gozar de un servicio.
Tomás entra con Belicia a un lugar que ofrece como espectáculo principal a chicas que bailan desnudas en el tubo, se sientan en un sillón y llaman a un mesero, este los recibe y le pregunta al varón si entrará con la misma. De inmediato este les manda a una chica pero tiene que entrar con ella a un cuarto en privado, que se renta por 15 minutos, en él la mujer le da el servicio al cliente, cualquiera que este contrate. 
Una vez dentro, casi desnuda, con vestido transparente que deja ver su figura directa pero difuminada por la naturaleza de la tela, y en la cara más maquillaje que un payaso de feria, se acerca al detective y le da un beso dejándole marcada la mejilla.
- Qué, ¿Ya me cambiaste por una niña? –Observa a Belicia de pies a cabeza.- No, ya sabes que entre tu y yo no morirá lo que tenemos. -Responde mirándola fijamente a los ojos- Necesito saber lo que se dice con respecto a las ejecuciones recientes.- ¡Uy! mijo, ahora si que parece ser algo grande. -hace una pausa mientras sirve vino en una copa de vidrio- La semana pasada vino un tipo de edad avanzada, vestido de ropa militar muy lujosa, de gala, como sifueracapitán del ejército o algo así, exagerado en alhajas de oro por el cuello, brazos, aretes con una extraña caja de madera e incrustaciones de diamantes en la mano, diciendo que es el corazón de una virgen, me contaba cosas como “ya se acerca el tiempo”, “cuídate”, “ellos se están entrenando”, cosas que parecen no tener sentido. Me di cuenta que las cosas que me platicó comenzaron a suceder. Como las ejecuciones entre los narcos y el sadismo con las que son realizadas. El tipo trae una cadenita en el cuello con el dije de la santa muerte, a cada momento la besaba y me dijo que no haga oración por los moribundos, ellos se levantarán de nuevo y no harán oración por los que seguimos vivos.- Princesa. –Tomás le acaricia el rostro-¿Sabes cual es su nombre?-No, tiene el tatuaje de un hechicero en su espalda.-Si sabes de algo, alguien o te vez involucrada en problemas, háblame. Vendré enseguida.
Tomás le pone en el rostro la mascada que lleva la chica, al tiempo que hace eso se escuchan disparos en el bar, salen con rapidez y en el suelo están los comensales, algunos gritando en crisis nerviosa. El tipo de vestimenta norteña, levis negros, botas vaqueras, texana y camisa de seda, está disparando y ha matado a la mayoría de los presentes, otros tantos alcanzaron a escapar. Tomás se da cuenta de la situación y le habla a Belicia, le recomienda que vaya hacia él. La chica cree que puede solucionar las cosas pero Tomás insiste.
-Ni se te ocurra, las personas una vez acabando de matar lo siguen haciendo, además la policía tiene todo bajo control, pero necesito que vengas al cuarto- le dice por el comunicador. Belicia le hace caso.
Por una ventana que se encuentra a escasos centímetros del techo se asoma del exterior una pequeña manguera negra, es una cámara de video, los policías evalúan. Aún hay sobrevivientes pero desde ese momento lo niegan e informan que están todos muertos adentro del bar, así que entran disparando a todos en el lugar con armas de grueso calibre, dándole muerte al solitario asesino y a quienes tuvieron el infortunio de haber estado adentro.
Antes de salir del lugar, la sexoservidora les da una tarjeta con la dirección que los llevará al lugar donde podrán encontrar al tipo raro que la visitó.
De ahí se dirigen de inmediato a la dirección que se les proporcionó, llegan a la casa. Al entrar ven en el patio sangre y cabezas de gallinas tiradas. Bolsas con hojas de palmera secas. Tocan y nadie les abre, se asoman por una rendija, abren la ventana se introducen en el domicilio, pasan hasta el último cuarto y en él ven una cruz grande en forma de equis con cinturones en cada extremo, hay sangre y pedazos de carne en el suelo, en el buro hay un dibujo de un tipo desnudo y debajo de la hoja la palabra “metal” y señala el cuerpo del individuo. Arriba de la hoja hay una cadenita con la estrella de David.
Un portazo interrumpe su concentración y el par sale corriendo hacia de donde proviene el ruido, quieren saber que lo causó, del otro lado de la casa un pistolero les dispara obligándolos a esconderse, Tomás saca su arma y repele la agresión. Por encima de él la cristalería del lugar se rompe cayendo todos los vidrios por encima, las botellas de licor lo empapan por completo el olor es exagerado y poco molesto, debajo del mueble, donde se esconden mientras el pistolero sigue percutiendo su arma, hay pequeñas botellas de tequila, Tomás agarra un par y se las guarda. Belicia lo mira y le reclamapues mientras el pistolero vacía toda la carga de su arma, él piensa en tomar. Le contesta que si el pistolero los quisiera muertos ya lo hubiera matado, esta balacera es sólo una distracción o una llamada de atención. Al pistolero se le terminan las balas y sale corriendo, se sube a una camioneta Tahoe que lo esperaba con chofer y salen a toda velocidad.
La noche se prolonga, la sensación es cómo si durara bastante, las calles de la ciudad ya no son lo que eran antes, la guerra le ha quitado a la juventud la vida nocturna y deja a los traficantes apoderarse de ella.
Cualquier casa de la ciudad puede ser de seguridad, de esas donde guardan a los secuestrados mientras negocian el rescate, es difícil entonces saber donde se está realizando un crimen, pero si se entrara al azar a una casa sería muy probable que ahí se esté consumando el acto criminal.
Cada caso de asesinato es más grave que el anterior y toda la población está al pendiente de los hechos, se siente con miedo al ser las posibles víctimas en el futuro.
A una de esas casas asisten el par y observan la camioneta que abordó el pistolero, entran a esa casa, este tipo está  en un cuarto, totalmente ensangrentado, grita y clama por que la muerte se lo lleve pronto. En la oscuridad que envuelve la recámara sólo se hace presente por los clamores de este tipo, al encender la luz ven que cuelga del techo. A primer vista creen que vuela, se detiene inerte a pocos centímetros del techo, no se pueden acercar pues en el piso hay alambres que forman una cuadrícula, están instalados de pared a pared por todo el piso a una altura de 30 centímetros, cada alambre está conectado a una resistencia que lo pone al rojo vivo y es imposible tocarlos. La batería alimentadora se encuentra al centro de la recámara y no se puede alcanzar fácilmente así que ven la manera de descolgarlo.
El tipo no quiere ser salvado, presiente que el final de su historia está cerca y será muy dolorosa en caso de que lo intenten ayudar.
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