martes, 7 de junio de 2016

Demencia. Capítulo 2, Relato prohibido de una mente perturbada


Por Gilberto Cruzmanjarrez

Vanesa es la mamá de Michel, ella tiene 23 años y se acaba de graduar de la facultad de comunicación, recién la contrataron en un canal de televisión local. Ayuda en el noticiero nocturno con la sección de actividad paranormal. Va a un lugar que previamente han reportado en su programa como embrujado, investiga, graba y presenta un caso diferente cada semana.
Debido a que su sección es de reciente creación, necesita un camarógrafo de confianza, pensó en Carlos, un compañero de la facultad al cual no le asustan este tipo de cosas, él es pragmático y no cree en lo sobrenatural. Además cuenta con un equipo de primera calidad, el cual no se limita en usarlo.
Vanesa visita a Carlos en su casa y le explica la naturaleza de su sección, a Carlos no le agrada ni le desagrada, el piensa en el trabajo y la paga, está interesado por tenerlo así que acepta.
Una vez que fue contratado por la televisora, Carlos y Vanesa se disponen a efectuar su primera investigación juntos a una casa embrujada que se encuentra en la periferia de la ciudad, en una de las zonas marginadas de Mexicali, Baja California.
Las calles que tienen que transitar para llegar a la colonia están sin pavimentar, en medio de la avenida principal, separando los carriles de ida y regreso hay un canal que alguna vez fue de riego, ahora aloja aguas negras. La gente de ésta zona es pobre, sucia, en su mayoría andan descalzos, hombres, mujeres y niños. Los animales conviven con ellos dentro de las casas, todos sin asear.
Vanesa maneja su carro con precaución pues debido al estado de las calles no puede acelerar, en el camino se topa con animales muertos, casas abandonadas que están banalizadas. Mientras avanzan Vanesa recuerda a su hija y en especial esos días cuando la niña le entregaba un resumen de sus lecturas. Le llegó a la mente cuando le recitó un libro que trataba sobre el estudio del maltrato infantil en la ciudad y sus consecuencias.
En un eco que invade la mente escucha la voz de su hija:
-Se dice que en el mundo gran parte de la población que es pobre y no cuenta con un lugar estable para vivir, tiene niños a su cargo y el impacto que les provoca el dejar sus hogares les afecta gravemente a sus derechos fundamentales de educación, salud y protección. La pobreza infantil produce exclusión social y tendrá grandes consecuencias en el futuro –sigue escuchando el relato de Michel mientras maneja alrededor de un parque público-. Estos problemas ya se han presentado en algunos niños de esta ciudad y sufren situaciones de violencia derivada por los traumas de su carencia económica. “Esta violencia trae, en la mayoría de los casos, problemas de salud mental como: Ansiedad, depresión, abusos y demencia”.
La cámara es capaz de mandar imágenes pero audio no, tienen que poner atención. Se ven sombras delante de ella y cortinas moviéndose. La cámara sigue el movimiento. El cuadricóptero cae al suelo, la batería marca en su último nivel, la cámara sigue grabando pero no puede volar ya.
Vanesa y Carlos se miran las caras,  y ahora ¿quien  irá a reponer la pila? se preguntan. Cada uno da argumentos para que el otro vaya, pero es Carlos quien gana con el argumento de que Vanesa es la del reportaje y si alguien tiene que salir a cuadro es ella quien lo debe de hacer.
Le explica como hacer el cambio. Vanesa entra a la casa y llega hasta el drone, se asoma a la cámara se ve en el monitor de Carlos, voltea bruscamente la cara hacia el interior de una recámara, se lleva una mano al oído y lo golpea un par de veces para luego apuntar a la recámara, mueve la cámara hacia el camino que tomará y apunta a sus ojos con los dedos índice y anular, vuelve a apuntar hacia la recámara.
Los pies de Vanesa se alejan y se encuentran con otros de una niña, la sigue para adentro del cuarto. La pila marca un poco de carga  y la puede echar a volar solo un impulso para quedar en la puerta de la recámara observando los pies de ambas personas.
Se comienza a ver pequeños fantasmas en la pantalla y de manera sorpresiva una cara grotesca y fea aparece en la pantalla. Carlos  se asusta camina hacia atrás y tropieza con piedras que hay en la calle, se levanta, deja de parpadear y se jala los pelos de la cabeza, comienza a dar vueltas en circulo, se mete al carro, se sale de nuevo, no sabe qué hacer.
Se asoma al monitor y no se mira nada, todo es oscuro.
De la cajuela del carro, donde puso su maleta, saca una lámpara. Cuando voltea a la casa hay una niña, es Michel. Carlos no la conoce, ella es la hija de Vanesa. Camina hacia él y le dice que tiene que entrar por su compañera, se ha quedado desmayada a los pies de la cama.
Carlos a paso lento y con sus zapatos sucios y descuidados avanza por la alfombra de la casa. Es imposible evitar sudar y las gotas le escurren por la frente, sin detenerse pasa por la cocina, por la sala, el baño hasta llegar a una de las recamaras.
Sale de la recámara y camina por el pasillo hasta el fondo. Se seca el sudor, camina despacio. Entra a la próxima recámara y Vanesa está tirada en el suelo. Carlos la levanta, la golpea suavemente en la mejilla, Vanesa continúa con los ojos cerrados. Carlos la sube a la cama y Vanesa despierta y se incorpora. Sin pestañear ni parpadear, los ojos viendo a un punto fijo en la pared, Vanesa  comienza a contar una historia.
Vanesa sale de la casa y corre hasta Michel, se abrazan. Le pide perdón a su hija por dejarla tanto tiempo dentro de la casa y le promete no dejarla sola de nuevo.

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