Por Gilberto Cruzmanjarrez
Vanesa
es la mamá de Michel, ella tiene 23 años y se acaba de graduar de la facultad
de comunicación, recién la contrataron en un canal de televisión local. Ayuda
en el noticiero nocturno con la sección de actividad paranormal. Va a un lugar
que previamente han reportado en su programa como embrujado, investiga, graba y
presenta un caso diferente cada semana.
Debido
a que su sección es de reciente creación, necesita un camarógrafo de confianza,
pensó en Carlos, un compañero de la facultad al cual no le asustan este tipo de
cosas, él es pragmático y no cree en lo sobrenatural. Además cuenta con un
equipo de primera calidad, el cual no se limita en usarlo.
Vanesa
visita a Carlos en su casa y le explica la naturaleza de su sección, a Carlos
no le agrada ni le desagrada, el piensa en el trabajo y la paga, está
interesado por tenerlo así que acepta.
Una
vez que fue contratado por la televisora, Carlos y Vanesa se disponen a efectuar
su primera investigación juntos a una casa embrujada que se encuentra en la
periferia de la ciudad, en una de las zonas marginadas de Mexicali, Baja
California.
Las
calles que tienen que transitar para llegar a la colonia están sin pavimentar,
en medio de la avenida principal, separando los carriles de ida y regreso hay
un canal que alguna vez fue de riego, ahora aloja aguas negras. La gente de ésta
zona es pobre, sucia, en su mayoría andan descalzos, hombres, mujeres y niños.
Los animales conviven con ellos dentro de las casas, todos sin asear.
Vanesa
maneja su carro con precaución pues debido al estado de las calles no puede
acelerar, en el camino se topa con animales muertos, casas abandonadas que
están banalizadas. Mientras avanzan Vanesa recuerda a su hija y en especial
esos días cuando la niña le entregaba un resumen de sus lecturas. Le llegó a la
mente cuando le recitó un libro que trataba sobre el estudio del maltrato
infantil en la ciudad y sus consecuencias.
En
un eco que invade la mente escucha la voz de su hija:
-Se dice que en el mundo gran parte de la población que es pobre y no cuenta con un lugar estable para vivir, tiene niños a su cargo y el impacto que les provoca el dejar sus hogares les afecta gravemente a sus derechos fundamentales de educación, salud y protección. La pobreza infantil produce exclusión social y tendrá grandes consecuencias en el futuro –sigue escuchando el relato de Michel mientras maneja alrededor de un parque público-. Estos problemas ya se han presentado en algunos niños de esta ciudad y sufren situaciones de violencia derivada por los traumas de su carencia económica. “Esta violencia trae, en la mayoría de los casos, problemas de salud mental como: Ansiedad, depresión, abusos y demencia”.
Un grupo de alumnos de una secundaria cercana pasa
caminando por el parque, Vanesa detiene la marcha del vehículo y baja junto con
Carlos, quien desciende del carro con cámara en mano.
Se acercan a los niños y les pregunta si los puede
entrevistar, se presenta y les hace de su conocimiento para cual programa
trabajan, los niños se emocionan pues esa sección del programa tiene mucha
audiencia por el morbo que causa lo sobrenatural.
Carlos le arregla el balance de blancos a la cámara
y enfoca, Vanesa ya está con el micrófono del lado de los niños y los chamacos
hacen bola con la finalidad de salir todos a cuadro.
-Estamos en la colonia Progreso, lugar donde se nos reportó una casa embrujada, nos encontramos con residentes de la zona para preguntarles si conocen de esta casa. –Les acerca el micrófono a los niños- a ver muchachos, ¿conocen ustedes por aquí si hay una casa donde sucedan cosas extrañas, para normales?
Los niños se ponen serios, se miran uno a otros,
mientras dicen "no" con la cabeza, uno de ellos señala a un punto del
horizonte diciendo que a dos cuadras hay una casa que está abandonada, pero es
la única que no ha sido banalizada.
Cuando el primer niño se animó a decir eso, las
historias que dicen de la casa abundaron entre ellos. Unos dijeron que cuando
los malvivientes se meten a ella nunca salen, otro que se oyen ruidos extraños
por la noche, se han visto animales deformes deambular por el patio, etc. Pero
todos estaban de acuerdo en una cosa, ninguno de ellos se ha acercado a ella,
ni siquiera de día.
Accede uno de los niños a llevarlos a la casa, pero
él se queda lejos, sólo les apunta cual es. Estando frente a ella Carlos saca
su equipo, cámara de mano, un drone y un
centro de mando donde se graba todo lo que la cámara voladora capta, lo instala
en el capacete del carro. Carlos se queda observando al equipo, voltea con
Vanesa y le pregunta sarcásticamente si harán un documental o sólo un
reportaje.
La dama se dirige a la puerta principal de la casa,
esta ya no cuenta con cerco. Forcejea un poco con la chapa y no puede abrir.
Carlos la mira y va en su ayuda, Vanesa se regresa con la cámara para grabar
cada movimiento.
Carlos abre la puerta sin dificultad, se dirige a
Vanesa y le hace un poco de “bulling” diciéndole que eso no pudo haber sido más
fácil. Le recuerda a la chica que no intente asustarlo pues él no cree en estas
cosas y será inútil que lo trate de sugestionar.
Vanesa tiene en su cuello una cruz, ella si es
devota y sabe de cosas espirituales, además ha aprendido con su hija sobre la
teología. Se sorprende y le pregunta al caballero si él nunca ha estado cerca
de los religioso, este le contesta negativamente y le recalca que es un tema
que no le interesa. Vanesa le pregunta sólo para estar segura
-¿Entonces no sabes rezar?- vuelve a ser negativa su respuesta.
Carlos se jacta orgulloso de ser libre pensador y
fuera de las ataduras que amarra la religión a sus simpatizantes. Camina hacia
el carro y prepara el drone, por medio de este aparato es que entrarán a la
casa. Vanesa se sorprende al ver con la tecnología que cuenta su compañero y
este le explica cual es la función del cuadricóptero.
Le señala donde tiene las cámaras, la altura máxima
que puede volar y como se manipula, todo esto sólo para presumir pues no tiene pensado prestárselo a
la chica.
Lo pone en funcionamiento y comienza a avanzar, por
un monitor instalado en el carro pueden ver el interior de la casa según el
avance del drone. Todo está lleno de polvo, los muebles aún están ahí pero
corroídos por el paso del tiempo, grandes telarañas cubren por completo las
orillas de las paredes y hay mucho polvo en el ambiente.
La luz del aparato es limitada y apenas puede
iluminar algunas cosas, se acerca a cada una de ellas para poder distinguirlas.
Se adentra a baja velocidad por cada rincón de la casa. Sala y cocina primero.
Mientras, afuera Vanesa vuelve a recordar a su hija
y su voz tiene un degradado auditivo donde el volumen sube constante explicando
otra parte del libro que dejó inconcluso.
- La comunicación es una característica intrínseca en el mundo animal, y surge como consecuencia inevitable del hecho de que todo ser vivo necesita comunicarse, no sólo con el medio físico en el que vive, sino también con el biológico. La comunicación es indispensable en algún momento de la vida, ya sea para alimentarse, reproducirse o evitar la depredación. También existe lo que podríamos denominar un modelo egoísta de comunicación, donde una especie engaña a otra para su propio beneficio, por ejemplo: imitando el canto de llamada sexual o la coloración de los huevos de una especie hospedadora, el chiste es hacerle creer el engaño para que lo tome como verdad y pueda actuar de acuerdo a quien engaña- termina mientras sigue observando lo que aparece en el monitor.
La
cámara es capaz de mandar imágenes pero audio no, tienen que poner atención. Se
ven sombras delante de ella y cortinas moviéndose. La cámara sigue el
movimiento. El cuadricóptero cae al suelo, la batería marca en su último nivel,
la cámara sigue grabando pero no puede volar ya.
Vanesa
y Carlos se miran las caras, y ahora ¿quien irá a reponer la pila? se preguntan. Cada uno
da argumentos para que el otro vaya, pero es Carlos quien gana con el argumento
de que Vanesa es la del reportaje y si alguien tiene que salir a cuadro es ella
quien lo debe de hacer.
Le explica como hacer el cambio. Vanesa entra a la
casa y llega hasta el drone, se asoma a la cámara se ve en el monitor de Carlos,
voltea bruscamente la cara hacia el interior de una recámara, se lleva una mano
al oído y lo golpea un par de veces para luego apuntar a la recámara, mueve la
cámara hacia el camino que tomará y apunta a sus ojos con los dedos índice y
anular, vuelve a apuntar hacia la recámara.
Los pies de Vanesa se alejan y se encuentran con
otros de una niña, la sigue para adentro del cuarto. La pila marca un poco de
carga y la puede echar a volar solo un
impulso para quedar en la puerta de la recámara observando los pies de ambas
personas.
En la mente de Michel, donde la casa es
lúgubre y su refugio de fantasía, el reloj marca las 3:15 de la mañana y Michel
se despierta con ganas de ir al baño, camina como todos los días a hacer sus
necesidades, cuando escucha ruido en la cocina, prefiere no asomarse, después
de usar el baño se dirige a su recámara y cuando se va a acostar de nuevo
siente una fuerza que la saca de la cama, voltea a la puerta de su cuarto y
camina un poco, choca con su mamá, se quedan inmóviles las dos viéndose una a
la otra.
La
niña comienza a hablar:
“Los espíritus no se materializan, no quieren ser escuchados, no quieren ser una parte de tu vida. Hasta ahora ningún alma de un ser humano tiene permiso por Dios para entrar al plano terrenal”.“Las apariciones –le sigue platicando a su madre- “que la gente ve, son demonios haciendo travesuras, algunos se divierten disfrazándose de gente inofensiva y otros de plantas o animales, cada uno de los demonios que se proyectan aprenden del entorno en el que vive la persona. La muchacha que vivió aquí sólo quería salir, su mayor sueño era ser famosa, ahora sólo quiere que su historia se sepa, se cuente de boca en boca y los demonios que platicaron con ella se encargan de eso”.“Los demonios atormentan el alma del atrapado hasta que otro incauto venga a la casa, Carlos tendrá que contarle la historia para que el incauto haga una conexión sentimental con los que vivieron en esta casa y pueda salir, dejando al incauto dentro de la casa y así, sucesivamente hasta la eternidad”.
En
un volumen que va del cero al cien, la voz de la madre se deja escuchar junto
con el colorido de su ropa, dejando atrás la madre imaginaria que la cuidó
durante su estancia en esa casa. Vanesa la estruja para despertarla del trance.
La niña despierta y sale a la calle. Vanesa cae desmayada al pie de la cama.
Se comienza a ver pequeños fantasmas en la pantalla
y de manera sorpresiva una cara grotesca y fea aparece en la pantalla. Carlos se asusta camina hacia atrás y tropieza con
piedras que hay en la calle, se levanta, deja de parpadear y se jala los pelos
de la cabeza, comienza a dar vueltas en circulo, se mete al carro, se sale de nuevo, no
sabe qué hacer.
Se asoma al monitor y no se
mira nada, todo es oscuro.
De la cajuela del carro, donde puso su
maleta, saca una lámpara. Cuando voltea a la casa hay una niña, es Michel.
Carlos no la conoce, ella es la hija de Vanesa. Camina hacia él y le dice que
tiene que entrar por su compañera, se ha quedado desmayada a los pies de la
cama.
Carlos a paso lento y con sus zapatos
sucios y descuidados avanza por la alfombra de la casa. Es imposible evitar
sudar y las gotas le escurren por la frente, sin detenerse pasa por la cocina,
por la sala, el baño hasta llegar a una de las recamaras.
Con la lámpara de mano va iluminando su
caminar, detrás de los muebles, pequeños espectros se esconden, siguen a Carlos
pero sin dejarse ver por él. A estos les escurre líquido pegajoso por las
extremidades, lo van dejando por donde pasan al tiempo que lo ingieren cuando se
les acumula en la cara o manos, de sus llagas les salen gusanos que los invaden
inquietos.
Sale de la recámara y camina por el
pasillo hasta el fondo. Se seca el sudor, camina despacio. Entra a la próxima
recámara y Vanesa está tirada en el suelo. Carlos la levanta, la golpea
suavemente en la mejilla, Vanesa continúa con los ojos cerrados. Carlos la sube
a la cama y Vanesa despierta y se incorpora. Sin pestañear ni parpadear, los
ojos viendo a un punto fijo en la pared, Vanesa comienza a contar una historia.
-Aquí fue donde pasó todo -Acaricia las sábanas de la cama- Sus padres los abandonaron y el hermano mayor se hizo cargo de ella. Él no tenía estudios así que la cuidó según su parecer. La sacó de la escuela y encerró aquí, en este cuarto.
Este hermano trae vestimenta muy
estropeada y sucia, Toma a su hermana por el brazo y la saca de la escuela, la
lleva a su casa, la mete a su recámara y le cierra con llave. Él se dedicaba a
la caza de pichones para venderlos después a los restaurantes de comida china,
cada vez eran menos los que le compraban pues los inspectores de salubridad cada
vez son más estrictos en sus revisiones.
Se esconde detrás de los árboles con un
rifle de postas, apunta a las palomas que están en los cables de luz, dispara.
Las mete en una bolsa de mandado, camina por los callejones de la ciudad, hasta
llegar a puertas de servicio, toca y sale un señor de nacionalidad china vestido
de cocinero, toma la bolsa y le da un poco de monedas.
No le gustaba asearse, estaba muy
descuidado y la gente sentía desprecio por él, cada que llegaba a casa traía un
poco de comida para su hermana.
La Gente le saca la vuelta por donde
pasa. Él camina sin voltear hasta llegar a su casa. Dentro, en la cocina saca
un poco de avena, le pone agua y se la lleva, todo lo que obtenía para comer se
lo ofrecía a su hermana.
A cambio le gustaba quitarle la camiseta
para estimularse un poco y así la tenía por largo tiempo, fue lo más cercano
que tenía a una relación humana. Abre la puerta y se sienta junto a ella, le
quita la camiseta y le acaricia los pechos.
Toma un poco de cinta aislante negra y
le pone un pedazo en cada pezón dejando el extremo superior despegado, cuando
tiene las dos cintas pegadas, se las quita una por una sin causarle daño ni
dolor, con un dedo le toca los pezones que ahora están rígidos y saltados.
-Un día ella –sigue contando Vanesa- esperó a que su hermano entrara, lo golpeó con un objeto duro para aturdirlo y escapar. Él se sintió decepcionado y las pocas palabras que podía articular le dijeron “Yo te amo”.
La cara de Vanesa está mojada por el
llanto, el rímel pintó todas sus mejillas de negro, trata de ilustrar la escena
con sus manos levantándolas y señalando donde sucedieron las cosas. Apunta a la
cama, apunta al suelo, a la ventana y al mueble donde estaría la televisión.
-Una vez que se puso de pie el hermano –sigue con la historia- le arrancó la falda y la blusa, la volteó y la violó una y otra vez, ella puso resistencia y pero él es más fuerte, y para someterla le apretaba el cuello, pero no midió su fuerza y la asfixió por completo hasta matarla.
Después de contar la historia Vanesa
voltea para con Carlos quien no puede levantarse. Vanesa ahora es libre, se
levanta y camina hacia la puerta sin mirar atrás.
Carlos comienza a sentir cada vez más
pesadez sobre sus hombros y espalda, los demonios que ahí habitan se le han
encaramado a él hasta fusionarse en un solo objeto e impedirle su movimiento.
Vanesa sale de la casa y corre hasta Michel,
se abrazan. Le pide perdón a su hija por dejarla tanto tiempo dentro de la casa
y le promete no dejarla sola de nuevo.
-Nunca me dejaste madre –dice la niña- te recordé a cada instante, eso me hizo fuerte. Mi mente y el saber rezar me salvaron de perder la cordura. Te tardaste mucho, mamá, tuve mucho miedo. ¿Cuánto tiempo estará Carlos en esa casa, mamá? –pregunta Michel.Caminan por la calle con prisa dejando el carro tal como quedó antes de que Carlos entrara a la casa.
- No lo se hija, no lo se. Hasta que alguien se de cuenta. ¡Vámonos! –
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